La pobreza es como la basura. La basura atrae más basura. Es un imán. En el círculo familiar de una familia de escasos recursos llega poca educación y la que llega es de escasa calidad.
Ese circuito autosostenible hay que romperlo. Me parece que es el primer deber público. Para ello necesitamos buenos maestros auxiliados con equipos de laboratorios que conduzcan a romper el circuito que alimenta la pobreza.
El niño que crece en este tipo de ambiente, será un adolescente con metas desviadas de transformar el entorno y será también un joven que buscará la riqueza que se refleja en la posesión de bienes materiales adquiridos vía delincuencia.
En ese circuito, los padres están incapacitados para cambiar el entorno ya que las escuelas, si las hay, son tan de baja calidad, que carecen de medios eficientes para difundir masivamente conocimientos y diversidad de alternativas, deportivas, culturales, artísticas y de todo orden cuya ausencia estrechan el entorno aún más.
El Estado debería jugar el rol que señalo, pero acompañado de los demás aspectos de la vida social, como la limpieza, el sentido del orden, el transporte etc. en auxilio del objetivo central.
El Estado debería tener la información de los jóvenes que están sin empleo por carecer de conocimientos para ser sometidos a entrenamientos y propiciar los entrenamientos necesarios y tener en vigilancia a aquellos que no respondan a los planes enunciados.
El denominado Estado de tercer mundo o subdesarrollado puede llegar a salir de ese estado si se lo propone mediante un establecimiento de metas a corto, mediano y largo plazo.
En la estructura social se presentan las clases sociales, a una carrera en la cual los más pobres, que son la mayoría, se encuentran bien distanciados desde un principio de las capas medias y altas y por tanto en el curso de la vida, la desigualdad inicial lo que hace es ampliarse en el tiempo.
En República Dominicana está gravemente presente la delincuencia y hay queja de la falta de eficacia policial y de comprobar que en ocasiones los propios miembros de la fuerza policial están incluidos en ella.
La razón del desconcierto es que la respuesta al origen de ella se espera que sea la represión, cuando el origen se encuentra en lo que hemos descrito en párrafos anteriores.
La historia nos enseña que el socialismo burocrático soviético, ni el capitalismo han sido la respuesta a la pobreza africana y latinoamericana. Parece llegado el momento de un replanteamiento para encontrar el desarrollo.
