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martes, abril 30, 2024

La delincuencia ni las virtudes se heredan

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Voy a compartir con mis lectores la reflexión siguiente: Dato Pagan Perdomo y yo fuimos amigos. Compartíamos intereses muy parecidos en Antropología, geografía y Planificación. En 1947 salió del país y residió, entre otros lugares en Madrid. Por cierto me dijo si te toca residir en España, no digas que eres latino. Di que eres hispano o iberoamericano.

Ese consejo lo apliqué textualmente. Cuando fui deportado a Francia en 1972  en un avión de Iberia, al llegar a Madrid le comuniqué a la azafata mi deseo de bajarme. Pero como yo fui despachado de la cárcel al avión, sin pasar por ninguno de los trámites, No tenía ni pasaporte , ni documentación alguna.

Ella averiguó que el piloto tenía mi pasaporte y me lo entregaron. En otra ocasión contaré por qué no quise seguir a París. Estando ya en un apartamento alquilado, apareció la Policía. El oficial a cargo me preguntó por qué no me iba para Francia que era mi destino. Ahí me acordé del consejo de Dato y le dije: porque yo soy hispano. El oficial sonrió y compartió la sonrisa con sus ayudantes. Y me dijo si yo no vuelvo en una semana, vaya a extranjería y solicite su permiso de residencia.

Exactamente eso hice y terminé siendo aceptado gratis por la Universidad Complutense de Madrid.

Dato Pagan es un ejemplo de conducta limpia, honesta y tomó los riesgos físicos que ello implicaba al participar en la lucha contra la tiranía de Trujillo, desde la experiencia de Cayo Confites , en 1949 desde Cuba, y posteriormente hasta que en 1961 pudo regresar al país para fundar junto a Corpito Pérez Cabral el Partido Nacionalista Revolucionario. Murió en 2000 en la docencia y la investigación y en la escritura de varios libros.

Bueno , mi reflexión es que esa persona ejemplar es el padre de Francisco Pagán , ex director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado, quién robó tanto dinero, en comisión con los Medina que solo en el restaurant Cantábrico tenía una cuenta de gastos mensuales por cerca de RD$ 250,000 .

El título de este artículo surge de esta otra. Marcó Aurelio fue emperador de Roma entre 161 dc y 180 dc . Este dormía en el suelo porque creía que no merecía tener lujos salidos del dinero público. Su hijo Cómodo, sin embargo, fue emperador también pero un derrochador y desastre administativo.

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