CRONICAS CIUDADANAS…
«Nada en todo el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez a consciencia”
Martin Luther King / La Fuerza de Amar…
Recorríamos los parques, Colon (toquen madera) y Duarte.
Porque, al final: uno es lo que ha vivido con la otredad y más que un recuerdo, es la fuerza del tiempo y la alegría, o que empuja a recordar.
Ya con 7 años viviría en Santa Barbara, donde fungí de monaguillo (Julio Cuevas se llamaba el sacristán) en la vieja Avenida España 17 B, en la casa que mis amigos del colegio Divina Pastora, llamaban la casa de los cañones… Doña América, la madre de René Del Risco Bermúdez, vivía en la 17 A.
Si hago esta introducción, es para recordar con un allegro con brío, esos bellos tiempos por un lado y terribles por otro: parte de esa infancia, especialmente en la ciudad colonial, vigiladas por sabuesos trujillistas, se desarrollaba paralela a todos los incidentes finales que darían al traste con la dictadura trujillista…
Uso del parque Duarte y libertades cíviles, de quienes transitan
El viernes 12 de marzo, en la tarde, hubo una estampida en el Parque Duarte, niños, mujeres en estado de embarazo (3), algunos funcionarios de organismos internacionales, dos diplomáticos y público en general, corrían como en la Jungla del Diablo. Quienes se presentaron para pedir a la gente se fueran para cumplir con el toque de queda, lo hicieron como si todos los que allí estábamos, estuviésemos tirando piedras tipo uasd al mediodía o como si fuéramos manifestantes ante el Palacio Nacional.
¿Que hacíamos todos y todas?
Lo que se hace en un parque en todas partes del mundo donde la gente antes del toque de queda, se reúne, conversa y se ríe, come algo, otros toman mojitos Yura, otros buscan cervezas en los colmados aledaños… Y todo en paz, obviamente hasta que llegó una fuerza de choque que puso a correr a todo el mundo, me incluyo, hasta que me paré y pregunté la razón de tanto abuso y cobardía. Se me respondió como se hacía en tiempos de Balaguer y sus hordas.
Lo del viernes 12 de marzo en el Parque Duarte, ante una masa pacifica, amistosa y familiar, no resiste un análisis que lo justifique. Para pedir a la gente que abandone un parque porque llegó el Toque de Queda, no amerita insultos y bravuconerías, porque de ese modo el que dice que es «autoridad», la pierde y su imagen queda fea, pero muy fea.
En el caso de la Cestur (antigua Politur ) habrá que recordar que ellos tienen una misión en relación con el turismo y la población civil con la que se codean todos los días en la Ciudad Conial, esa imagen no le conviene, tengo constancia sobrada de que quien la dirige, intenta combatir esa imagen, no le menciono aquí, porque no estoy autorizado…
En cuanto a los llamados grises (que no son extraterrestres) habrá que ver como afinarán esas coordinaciones para mejores operativos: a ninguna de las dos fuerzas les conviene aquella imagen represiva y de excesos ante una población de desarmada y de fiesta, no en un mitin…
Otro incidente con fnal feliz sin cuello de botella roto: 14 de marzo
Muchos lugares de la Ciudad Colonial, tienen vigilancia privilegiada, pendejo o tuerto habría que ser para no verlo, eso no entra en discusión: se observa y se sabe…
Sin embargo, al margen del Parque Colon (de nuevo toque de madera) que es muy visitado, el Parque Duarte los fines de semana, especialmente, está lleno de niños, familias, parejas, repleto de gentes.
No hay seguridad ciudadana para tanta gente, si se aparece un loco (El quemao, por ejemplo, salido de la version criolla de la antigua serie Peyton Place, adaptación 1957) con cuellos de botellas, uno en cada mano, nadie defiende a esos ciudadanos.
Este episodio sucedió, en plena tarde del domingo 14 de marzo
La única persona que intentaba desarmar al señor, era, creo, un supervisor de limpieza del Ayuntamiento, por la gravedad del caso y viendo que el supervisor no podía solo, me tomé el riesgo de ir en su ayuda, entre los dos le persuadimos y se le dio para que se pusiera una antitetánica (favor no confundir sagradas partes respetadas, todos hemos sido niños)…
Solucionado ese caso, la pregunta es la siguiente:
¿Por qué para avisar el Toque de Queda sobran agentes y sin embargo para proteger de casos como el arriba narrado nadie aparece, a excepción de ese casual supervisor de limpieza del ayuntamiento?…
Lo primero es lo primero: no es cierto que Parque Duarte sea un hervidero de locas perdidas, eso es un mito: ahí con respeto va todo el mundo, habrá excepciones que los ojos de un antiguo Cardenalicio, también exageró en su momento…
Creo que es un error del gobierno municipal, de Turismo y el propio Gobierno Central
que las cosas insólitas del Parque Duarte sigan ocurriendo, justamente en una parte de la ciudad vinculada al turismo urbano, como imagen de referencia…
Al finalizar, quiero que la alcaldesa más votada, justamente por la mayoría de la gente que va al parque Duarte, todos los fines de semana resuelva el tema del derecho de los músicos a tocar música en vivo.
Obviamente, sé que habrá que garantizarle que sus tenis Dolce & Gabbana se conservarán, si decide ir a bailar, que es su derecho también… (CFE)
NOTA:
El autor de este artículo, Carlos Francisco Elías, publicó en Acento en el año 2012 una serie de tres artículos sobre la ciudad colonial, donde se crio y aún vive. Su columna se llamaba Crónicas Ciudadanas…
Los artículos son:
1 / 200 AÑOS: VAINAS PARA DUARTE / 12 de Julio 2012.
2 / LA ZONA COLONIAL: OPERACION EMERGENCIA / 24 de Julio 2012.
3 / EL PARQUE DUARTE ¿CONTRA CULTURA URBANA EN LA ZONA COLONIAL? / 30 de Julio 2012.
Este último artículo que se republicará, próximamente, desmonta todos los falsos mitos negativos contra el Parque Duarte, explica el derecho ciudadano sobre los espacios y las ciudades.
Recordando en el epígrafe, un grafiti frase del mayo del 1968, aparecida en la Universidad La Sorbornne, de París, Francia: » Prohibido, prohibir «…
