Conocí muy de cerca a Hamlet Hermann Pérez. En búsqueda de alojamiento, terminé residiendo en la calle Moisés García, frente al Palacio Nacional, en la pensión de su madre Ofelia Pérez en el año 1963. Unos meses más tarde, regresa Hamlet, Carmen Rita, su esposa y sus tres hijos de Estados Unidos donde había estudiado y trabajado en su condición de ingeniero civil egresado de la Universidad de Santo Domingo.
En esa pensión, residían varios francomacorisanos y otros más, el más conocido fue Yaqui Núñez del Risco, como también Caonabo Javier Castillo.
Durante cerca de tres años convivimos y nos hicimos amigos cercanos, hasta que se desató la Guerra de Abril, en la cual participé, como encargado de la custodia de los 27 prisioneros capturados en la Fortaleza Ozama, por encargo de Fafa Taveras.
Con la derrota, frente a las fuerzas de Estados Unidos entre el 3 de septiembre de 1965 y el 1ro. de julio de 1966, Hamlet trabajó en el gobierno provisional de Héctor García Godoy, donde me dio información, para aplicar para un post grado en Planificación, en mi condición de Economista, en ILPES, en Santiago de Chile.
Fui favorecido con el entrenamiento, bajo los términos de que debía trabajar al menos dos años para la función pública. Pero el gobierno del doctor Joaquín Balaguer, instaurado en 1966 no solo no puso en práctica esos acuerdos, sino que me despidió por razones política y luego me hizo prisionero por un año y finalmente deportado.
Para 1966, Hamlet Hermann, era director del Colegio Universitario y yo terminé siendo su asistente académico, Junto al profesor Llinas. así como profesor de Economía.
Estando en el desempeño de sus funciones Hamlet Hermann, tomó la decisión de dejar la academia y embarcarse en la aventura guerrillera, de la misma forma que lo hizo Francis Caamaño, en 1973.
La persona que toma la decisión de empeñar su vida en alguna causa merece un juicio justo. Cualquiera puede poner en frio las circunstancias en que los dos personajes de este relato tenían todas las de perder. Yo solo quiero llamar la atención sobre que la sensibilidad ante los hechos es variable y yo no sé si el peso de toda la malignidad del colonialismo y pillaje europeo sobre África, cayó explosivamente en nuestro Caribe y condujo a este acto de tan desigual proporción.
