Fui profesor de escuela intermedia de Química y Matemáticas, economista de profesión y trabajé para el Departamento de Antropología de la Universidad de Durham en Inglaterra y para el de Geografía en Leeds de esa nación también. He trabajado en siete naciones y diferentes lugares y he visitado otras 16, por lo que contaré algunas cosas que espero sirvan de algo.
Cuando yo tenía 10 años, en 1951, mi madre me envió al colegio pre-seminario del Santo Cerro en La Vega, para que yo hiciera el equivalente del quinto grado de la escuela primaria, porque ella deseaba que yo fuera sacerdote de la iglesia católica. No sorprende que eso ocurra en República Dominicana, donde es la religión predominante siendo mi madre ferviente creyente.
Mi devoción religiosa se mostró tan baja que a mitad de año fui cambiado a colegial y viví la experiencia siguiente: alrededor de casi todas las 8 de las noches, el cura Morras entraba a la habitación vecina. Ese cura estaba a cargo de las actividades ordinarias, como llevarnos a la misa diaria, conducirnos a las clases, practicar deportes. Sin embargo, nunca entró a mi habitación.
Un día se produjo una brisa tan fuerte, que abrió la puerta vecina y yo pude ver el cuerpo desnudo de mi compañero mientras el cura le acariciaba. Yo no estaba en capacidad de descifrar esa conducta.
Cinco años más tarde fui invitado a un cumpleaños de una joven de 15 años y me encontré que mi compañero vestía uniforme de cadete de aviación. La madre de él era conocida de mi familia. Más tarde me enteré que había sido despedido de la carrera militar por haber sido sorprendido en actividades homosexuales.
No estoy estableciendo la relación causa efecto entre la pedofilia practicada y la inclinación sexual de mi compañero.
Mi propósito es llamar la atención sobre la importancia que tiene la vigilancia que debería tenerse con los infantes. Sin duda, para que el practicante de la pedofilia, la pudiera llevar a cabo con tal frecuencia, los demás compañeros deberían estar enterados.
La pedofilia, seguramente se practica desde la existencia humana, pero preocupa que en el entorno religioso existan condiciones para ocultarlas.
