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domingo, abril 28, 2024

Huellas indelebles de las RR. PP

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Fue entre finales del XIX y principios del XX, cuando las empresas, las industrias y las instituciones americanas deciden abrir sus puertas y dar informaciones al público acerca de lo positivo y negativo que acontecía dentro y fuera de ellas. El medio para llevar a cabo esta acción fueron las relaciones públicas.

Además, sus huellas históricas indelebles también se encuentran en los ámbitos religioso, político, corporativo y gubernamental, en los que la ideología, la manipulación, la persuasión y la vinculación eran los propósitos principales del quehacer de las relaciones públicas de épocas pasadas.

Las huellas de las relaciones públicas han estado presentes en los diferentes momentos históricos de la humanidad y del desarrollo industrial. Más allá del entorno y la época, las relaciones públicas siempre han dirigido parte de sus esfuerzos a planificar y gestionar actividades que contribuyan a crear y mantener climas laborales sanos, alegres, inclusivos, productivos y competitivos, en los que el factor humano y los recursos naturales no renovables son considerados como ejes estratégicos de alto valor agregado para el desempeño sostenible de las organizaciones. Por más intentos que se hagan para quitarles méritos a las relaciones públicas, será imposible borrar sus huellas sociales y organizacionales. 

El marco referencial de muchos comunicadores sociales y periodistas dominicanos en torno al quehacer estratégico de las relaciones públicas es confuso, superficial y corto, ya que cada vez que se refieren al periodismo independiente, objetivo y responsable, lo hacen en detrimento de la reputación y credibilidad de las relaciones públicas. Su fatal ignorancia acerca del rol social, gubernamental y corporativo de éstas, es tan grande y obvio que con frecuencia suelen asociarlo a la práctica de mentir, ocultar la realidad y a la de limpiar imagen pública sucia.

El falso relato concerniente a que las relaciones públicas son un medio para tapar lo mal hecho y defender lo indefendible, solo puede ser secundado y legitimado por ignorantes que no les interesa conocer el cuerpo teórico de las relaciones públicas, el que en gran medida proviene de los esfuerzos y reflexiones de Ivy Lee y Edward L. Bernays, considerados como sus padres práctico y teórico respectivamente.

En el ámbito de las relaciones públicas, al igual que en otras áreas profesionales, también han existido, existen y existirán personas carentes de ética y escrúpulo, capaces de vender sus almas y principios al mismísimo diablo a cambio de dinero. 

¿A cuáles relaciones públicas se refieren los que de manera consciente o inconsciente confunden el rol de éstas con el de la posverdad? A los que tienen un limitado referente del quehacer estratégico de las relaciones públicas del presente siglo, se les recuerda que éstas desarrollan diferentes funciones, tales como: 

  • Construir puentes de solidaridad entre las organizaciones y los ciudadanos.
  • Recomendar a los líderes políticos, empresariales y sociales hacer y decir lo correcto siempre.
  • Planificar, ejecutar y controlar políticas, objetivos, estrategias y actividades que contribuyan a humanizar las organizaciones.
  • Emplear el poder persuasivo de los medios de comunicación masiva para orientar positivamente a los ciudadanos.
  • Crear y desarrollar acciones sanas y sostenibles para establecer y mantener relaciones ganar-ganar entre las organizaciones y sus grupos estratégicos y de interés. 
  • Diseñar e implementar estrategias que faciliten articular los intereses de las organizaciones y los de sus grupos relacionados.
  • Gestionar adecuadamente la coherencia entre lo que piensan, deciden, hacen y dicen las organizaciones.
  • Asesorar a los líderes de las organizaciones para que éstas se comporten como ciudadanos corporativos socialmente responsables.
  • Ayudar a construir capital relacional sostenible y de alto valor agregado. 
  • Diseñar, gestionar y controlar estrategias de comunicación interna y externa que contribuyan a mantener activo el optimismo y viva la esperanza de las personas.  
  • Establecer escenarios confiables y eficaces para armonizar intereses y negociar conflictos.
  • Contribuir a crear y mantener climas laborales inclusivos, colaborativos, interconectados y productivos.
  • Coadyuvar a crear y mantener la reputación, la credibilidad e imagen pública a partir del SER, más que desde el PARECER.
  • Planificar, ejecutar y controlar estrategias y actividades que ayuden a las organizaciones a obtener la licencia social, mediante la implantación de acciones honestas y sinceras a favor del bien común.

Las relaciones públicas éticas y profesionales, siempre serán un medio excelente para armonizar y articular intereses, así como manejar y prevenir conflictos. Para que no haya lugar a duda, el rol de las relaciones públicas en la nueva realidad (covidianidad), es el de elaborar y difundir, por diferentes canales, mensajes que robustezcan la solidaridad, la esperanza, la empatía, la cortesía, el optimismo, el vínculo. En fin, colocar el factor humano en el centro y por encima de todo.

Es una falacia grosera tratar de vincular y asociar las relaciones públicas éticas, honestas, responsables y profesionales a la práctica de mentir, de manipular, de limpiar imagen pública, de justificar lo incorrecto, de visibilizar más el parecer que el ser. Los mensajes claves de las relaciones públicas siempre serán: humanizar el vínculo, facilitar el dialogo, armonizar intereses, prevenir conflictos, construir buena reputación, establecer puentes, diseñar e implementar estrategias de comunicación interna y externa, entre otros. Entonces, ¿a cuáles relaciones públicas se refieren?     

 

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