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miércoles, mayo 15, 2024

 El COVID- 19 y el orden

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Esta pandemia ya tiene cerca de 13 millones de afectados y faltan muchos más y dada su letalidad ( ya por más de 1/2 millón) no se trata de un asunto cualquiera. En comparación con las dos guerras mundiales, y las otras locales, más los efectos de la crisis del 1929-33 el daño todavía en vidas y economía es un tanto menos preocupante.

Sin embargo, para las nuevas autoridades elegidas la excusa no los perdonaría en caso de que argumenten que le dejaron un país sin  dinero, y sin sistema de salud.

Un gran enemigo presente es que el dominicano es poco inclinado a la disciplina y la ley es un pedazo de papel. Eso último lo dijo el que fue parte de los 50 años de dictadura del último siglo.

Mi preocupación es que la mano para encaminar un mundo en crisis o un país en particular en este contexto necesita que no sea nada simpática para los violadores. Todo apunta que no se trata de bravuconadas. Donald Trump está en dificultades electorales (con todo lo bocón que es). Se trata de tener la capacidad para ir disciplinando a una nación, pero también de obtener la inspiración necesaria para encontrar respaldo efectivo de los votantes

El presidente Abinader se encuentra con un pueblo que se comporta con que se establece una ruta para las bicicletas y los motoristas la aprovechan para ellos.

Ojalá que se haga simpático a los que nos gusta el orden y no a los violadores.

Esa gente que no les gusta el orden aparece hasta en Alemania. Yo tuve un amigo alemán que me dijo que le gustaba Republica Dominicana porque aquí todo se puede hacer.

Yo vine a vivir a la ciudad de Santo Domingo cuando su población era de 300,000 habitantes y se consideraba limpia. Hoy tiene 4.5 millones no solo es sucia, sino con un tránsito infernal.

Poner orden en ese entorno obviamente no es responsabilidad exclusiva del presidente electo, pero sería muy bueno que se obtengan los mecanismos que nos llevaran al modelo que es Singapur que con 5.4 millones de habitantes ahí no se puede pegar un chicle en un asiento.

Los dominicanos son capaces de responder a las buenas intenciones. Las elecciones recién transcurridas lo demostraron. Organizar a la gente para que cumpla con su parte es el gran desafío de las nuevas autoridades.

Voy a poner un ejemplo de que no se trata solo de macana.

Me compré un carro en España cuando me iba a mudar para Inglaterra atravesando a Francia. Pero había recibido la información de que una ex profesora de inglés mía en Madrid, que se encontraba en Ginebra, Suiza deseaba verme. Me dirigí hacia allá.

Llegué a Ginebra y en esa ciudad donde quería reportar los datos de un pequeño accidente que había tenido en Francia me parqueé mal. Al regresar al carro encontré una nota de la policía que decía. » Bienvenido a Suiza. Como Ud. es extranjero quizás no sabe las leyes de esta ciudad. No le voy a aplicar la multa que le corresponde. Pero no cometa el error de apostar a mi mala memoria.» Esa nota dejada por el oficial dice claramente la armonía que se puede poner entre orden y cortesía

Yo sé que algunos de los que me leen pudieran decir:  Gerardo tú lo dijiste eso es en Suiza.

A cualquiera yo le respondo: este es un país compuesto por personas que tienen el mismo grado de inteligencia promedio que otros del planeta. Entenderán la conducta de los que la dirijan y les pagarán a los dirigentes el precio que se merecen.

 

 

 

 

 

 

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