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jueves, mayo 2, 2024

La Restauración y la unidad necesaria

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La conmemoración del 159 aniversario de la gesta patriótica que logró la restauración de la República Dominicana, encierra una gran enseñanza.

Los dominicanos tenemos la suerte de heredar de aquellos ancestros libertarios, ese rasgo de la moral que debe sustentar nuestra base social: la unidad de propósitos, hasta lograr resueltamente, un fin, un objetivo. Eso hace a una Nación.

El horizonte unitario que orientó junto al pueblo a figuras como Santiago Rodríguez, José Antonio Salcedo, Gaspar Polanco, Benito Mención, Gregorio Luperón, José Cabrera, quienes unidos lanzaron el Grito en Capotillo, fue realidad después de dos años de guerras, en 1865.

Hombres y mujeres en un grito de unidad, reconstruyeron la República, y consolidaron la independencia nacional, lograda hacía 17 años, en 1844, fruto de los sueños y esfuerzos unitarios de Juan Pablo Duarte y los Trinitarios.

El poderoso ejército de uno de los principales imperios de entonces, el imperio español, pese a poseer las armas más modernas, fue derrotado con el uso de sables, machetes, espadas, arcabuces rústicos y toda arma ofensiva disponible para todo tipo de gente que se sumó y respaldó a aquellos patricios restauradores.

El arma del interés unitario, logró, primero derrotar la vesania y el esfuerzo espurio de los traidores, que representó un monstruo que, sin embargo, hoy exhibimos en el Panteón Nacional: Pedro Santana.

Recordemos a Gregorio Luperón convertido en muro infranqueable en el Sillón de la Viuda y Arroyo Bermejo, para impedir que Santana asaltara la ciudad de Santiago, para estropear los esfuerzos de los Restauradores.

Hoy, como entonces, se requiere derrotar nuestros problemas ancestrales que todavía padecen aquellas comunidades que sirvieron de escenarios decisivos frente a los entreguistas: las comunidades de Guanuma, Don Juan, Batey Frías, Batey Payabo, Batey La Elmurst, Batey Jabonico, Batey Las Arenas y Batey Arenoso de Cevicos.

Estos sitios, como la generalidad del país, tienen padecimientos de salud, educación, seguridad ciudadana, migración, protección del ambiente, que son los problemas que entretejen nuestro atraso anquilosante.

Recojamos el ejemplo de las guerrillas restauradoras convocadas en unidad, hace 159 años.

Que lo entiendan así, quienes aceptan el reto político de fortalecer el sistema democrático, basado en la unidad de miras, esencia que motivó a nuestros restauradores.

Los dominicanos requerimos otro Grito de Capotillo Unitario.

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