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jueves, mayo 16, 2024

Error de apreciación del vencedor    

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Un error de apreciación es una falsa interpretación de una realidad dada. Hay que evitar los errores de apreciación, porque conducen a ejecutorias equivocadas.

El 5 de julio del 2020 resultó escogido presidente de la República el señor Luis Abinader. Fue escogido por una apreciable mayoría de dominicanos.

Esos resultados favorables al señor Abinader y su Partido Revolucionario Dominicano (PRM), en medio de la euforia de la victoria, puede que conduzcan al nuevo presidente y su grupo, a un posible error de apreciación.

Si ocurriera así, tal eventualidad podría hacer daño a la población dominicana. Y a los mismos triunfadores electorales en las funciones que deberán desempeñar.

Puede darse el caso de que el señor Abinader, su partido y el grupo que lo acompañó hasta ganar las elecciones, piensen que ellos son merecedores de todos los méritos, porque sí.

Algunos acompañantes del señor Abinader, entre éstos hay ya personajes señalados como que tendrán grandes responsabilidades sobre sus hombros, a resolver, puede que tengan un error de apreciación zumbándoles en la cabeza.

Puede que estos personajes entiendan que ya cumplieron la excelsa misión de llevar un hombre a la presidencia del país. Y que esa es una gran victoria para ellos. Y que tienen derecho a buscar auto compensaciones por ello.

Resulta, sin embargo, en buena lógica, que quien cumplió una excelsa misión para llevar a Abinader y los suyos al gobierno, fue el pueblo. Los votantes se agruparon y cumplieron la misión de ponerlos a ellos a ganar las elecciones.

Por lo tanto, el mérito de esa misión es del pueblo.

No fue Abinader y su grupo quienes agotaron esa misión. Fue el pueblo en comisión que decidió echar sobre los hombros de Abinader y su grupo un montón de tremendas responsabilidades. Ellos, Abinader y su grupo, prometían y prometían, todos los días, hacer maravillas. Y el pueblo les dijo: okey, vamos arriba. Ahora, cumplan. Y empiecen a cumplir rápido.

Esa es la correcta apreciación de ese hecho. Otra cosa, sería una falsa apreciación de la realidad.

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