Un día como hoy,16 de febrero, pero de 1973 murió asesinado el coronel Francisco Alberto Caamaño Deño. Él, llegó a presentar batalla frente a las Fuerzas Armadas de la nación dominicana, pero fue rodeado y capturado con lo cual se supone que debió ser sometido a juicio y la ley nacional no contempla la pena de muerte, por lo cual en su caso hubo asesinato.
Me llena de sorpresa el hecho de que el coronel Caamaño, hijo de un general de las Fuerzas Armadas y que él también eligió esa misma carrera, no tomara en cuenta lo que es necesario para ganar una batalla o una guerra, tanto en el número de soldados, como los equipos militares, el poder de fuego con que contaba y el reabastecimiento de alimentos, y demás suministros indispensables para sus propósitos de transformar el poder político y militar de toda la nación en beneficio de la mayoría.
Me parece que cuando uno se agarra del manto de una ideología, con demasiada frecuencia empieza a ver la realidad, no como realmente es, sino que empieza a encadenar los hechos para que ellos encajen en sus emociones.
No cuestiono en nada la moral de sus actos, sino que no tuvo la paciencia de organizar sus pasos tácticos, para que poco a poco fueran adelantando en dirección de la estrategia de transformar la sociedad y a que se llegara al poder para ponerlo al servicio de la mayoría.
La historia está llena de sueños fracasados, parte de los cuales de personas que, teniendo carisma para encontrar seguidores, han confundido la táctica con la estrategia. Táctica deviene de tacto y esto implica mucho cuidado en los pequeños movimientos que se van palpando para acomodarlos gradualmente a una estrategia final.
De forma parecida actuó Hamlet Hermann autor de varios libros descriptivos de la realidad y de poco le sirvió. Tanto uno como el otro llegaron a República Dominicana con un puñado de hombres para derrotar al Ejército, la Aviación y la Marina.
De este último fui amigo íntimo y por tanto me dolió particularmente su desacierto de lanzarse en la aventura de transformar el orden en forma parecida a lo que ocurrió en Cuba. La realidad cubana fue demasiado distinta a la dominicana. Al menos este murió naturalmente de un infarto en 2016.
