Próximo año escolar, es tremendo problema a resolver en lo inmediato, tan pronto se instale el nuevo gobierno, el 16 de agosto. ¿Por qué es un serio problema?
Desde que se presentó la pandemia del coronavirus en el país, en marzo, las clases presenciales fueron suspendidas por el Ministerio de Educación (MINERD) que acogió la recomendación mundial recogida y expuesta por la organización EDUCA de no detener la educación, pese al coronavirus.
Se ha expuesto la posición con recomendaciones de expertos quienes entienden que el riesgo mayor mientras esté instalada la pandemia es el de la deserción escolar, por lo que hay que evitar salidas prematuras y atemporales del sistema educativo.
La enfermedad está instalada en el país y sólo se cuenta para combatirla con la medida del distanciamiento social y la rigurosa higiene.
Algunos sectores, como la misma EDUCA plantean que las clases inicien cuando haya condiciones, y que se piense en un modelo híbrido combinando la presencialidad con la tele presencialidad.
Ya el ministro de Educación saliente, Antonio Peña Mirabal adelantó con tiempo que la fecha de inicio del año escolar dependerá de la situación en que se encuentre la presencia de la pandemia coronavirus. Llamó a un debate sobre la modalidad de lo presencial o lo virtual.
El año escolar 2020-2021 se iniciaría con estudiantes de secundaria. La docencia para el próximo año escolar 2020-2021 se haría de manera progresiva y localizada, empezando la primera semana por los distritos donde haya menor índice de contagio, informó Minerd en un comunicado, en mayo.
La Asociación de Instituciones Educativas Privadas (Ainep) se reunió con Roberto Fulcar, quien asumirá como nuevo ministro de Educación a partir del 16 de agosto, con el objetivo de analizar propuestas relativas al inicio del año escolar 2020-2021.
Visión de la ADP
La Asociación Dominicana de Profesores y el próximo ministro de Educación buscan alternativas para comenzar el año escolar, en medio de la pandemia del coronavirus que sigue avanzando en el país.
En varias ocasiones se ha escuchado a Xiomara Guante, presidenta de la ADP, dirigente del Partido Revolucionario Moderno (PRM), igual que el nominado ministro Roberto Fulcar (éste saltó a la política activa y ahora gubernamental, desde su frente de lucha que era la dirección de la ADP). Ambos han coincidido en que es preocupación de primer orden la cuestión del próximo año escolar, en el país.
Y Guante ha dicho que su ADP entiende que para la próxima escolaridad hay que mantener el distanciamiento, usar la educación virtual y la internet (reconocimiento que no en todas partes hay facilidades para usarlo como medio de transmisión para alumnos y profesores). Y agrega que en cualquier caso se podría usar la radio y la televisión.
Es necesario que haya un previo entrenamiento para adiestrar a alumnos y profesores en el uso de las plataformas digitales, en boga hoy en día. ¿Pero, existen equipos suficientes en las escuelas y en manos de los alumnos?, se pregunta la maestra y sindicalista.
El currículum del nuevo año, los contenidos a colocar en la virtualidad, y los contenidos para los momentos presenciales, ya que se piensa en una combinación de ambos.
¿Y la República Digital?
Los planteamientos y cuestionamientos del magisterio sindicalizado en la persona de Guante y hasta del mismo ministro Fulcar, lucen un tanto raros, ya que el gobierno saliente el 16 de agosto, había proclamado a los cuatro vientos que tenía el territorio nacional controlado tras haber inundado el país con propaganda sobre una tal “República Digital”. A la larga, la República Digital está resultando para los fines prácticos, una gran e inútil farsa en la que se invirtieron miles de millones de pesos.
Hoy, la República Digital es descartada para que sirva a la necesidad de la virtualidad en el año escolar que deberá iniciar en breve. Todo pareció diluirse en una promoción electoral mediante la entrega de pequeñas y limitadas computadoras, sin ningún criterio de eficiencia.
Lo presencial, dice la profesora y sindicalista Guante, como único método está descartado, mientras dure el paso de la pandemia del coronavirus., puesto que lo más importante es preservar la vida de alumnos y estudiantes.
Ante ese cuadro, luce que las autoridades gubernamentales y el Consejo Nacional de Educación no pusieron toda la dosis de responsabilidad requerida en los actuales momentos. Y al despedirse lucen un tanto difusas en sus anuncios y propósitos frente al problema del próximo año escolar.
¿Y el Indotel, gracias?
Está por verse cuál será el rol del Instituto Indotel en todo el problema. Indotel, durante el coronavirus ha estado en neutro a la hora de adoptar medidas en favor del gran público y de las empresas que requieren del uso de las tecnologías cubiertas por esa institución rectora en la que participan el Gobierno, los empresarios y la coletilla de los usuarios.
Las telefónicas llamadas a suplir a los usuarios han seguido haciendo presión a sus clientes con el cobro de las facturas, y otras deudas, anexándoles los tradicionales impuestos. Los cobros compulsivos y las suspensiones de servicio han estado a la orden del día, con amenazas de demandas judiciales, cosa que es limitada por los decretos declarando estados de emergencia dictados por el Poder Ejecutivo.
Las telefónicos disfrutan de las concesiones del uso de las frecuencias utilizadas para sus negocios, pero siendo el Estado el retenedor de esas frecuencias por fuerza de tratados internacionales a los que está plegado el país.
Clamor de EDUCA
Según Educa hay que ubicar los lugares en los que la enfermedad no esté presente y comenzar en sitios cumpliendo con todos los protocolos de seguridad sanitaria para estudiantes, docentes y personal que labora en los centros educativos.
Se señala que así lo hicieron Austsria, Chipre, Noruega, Vanuatu y Vietnam y los territorios de Groenlandia y Savalbard en donde se aplicó esa política, “tras un cierre general”. Allí pudieron iniciar las clases presenciales en todos sus territorios.
Otras naciones recurrieron a la reincorporación localizada, según recomendó la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Francia ordenó la reinserción a las clases presenciales en el nivel inicial y primario en lugares considerados fuera de peligro.
Habrá que reducir el número de estudiantes por aula y espacios comunes, con no más de 15 alumnos por aula, y guardando el distanciamiento de por lo menos dos metros.
En Uruguay reabrieron docencia en las escuelas, desde finales de abril, en la zona rural, permaneciendo cerrada en los grandes centros urbanos.
En algunos países se iniciado docencia reduciendo la presencia de los escolares reduciendo el número de días que asistirán los alumnos a los centros. Se suspenden los deportes y las diversiones en grupos. También en algunos sitios se ha recortado el horario de docencia para que los alumnos estén menos tiempo expuestos en grupos junto a sus maestros.
Los que llegan indagan
Las autoridades ya designadas nominalmente para organizar el nuevo año escolar, han sostenido encuentros con grupos y gremios en busca de establecer un consenso metodológico para el trabajo educacional en medio de la pandemia del coronavirus. Y en apariencia se ha logrado consensuar que el inicio del período no sea el 24 de agosto, como es tradición establecida por el MINERD.
Se está buscando la forma de idear un protocolo general para el período, en cuanto a las medidas de higiene y el distanciamiento, incluido el uso de las mascarillas para alumnos, maestros y personal administrativo de las escuelas, que componen 2.6 millones de personas. El costo de dotar de mascarillas a este personal parece uno de los aspectos más difíciles, ya que acogiendo un costo mínimo estándar ameritaría una inversión de 650 millones de pesos al año.
