SANTO DOMINGO. Hemos hablado sobre el déficit comercial que en 2019 fue de -9,069.4 millones de dólares. En los últimos 9 años alcanzó un total de 73,041 millones. De no ser porque República dominicana balancea ese déficit con el ingreso por turismo, remesas e inversiones extranjeras, la estabilidad monetaria se hubiera roto.
Voy a tocar hoy un poco sobre el turismo porque considero esta variable de extraordinaria significación para la macroeconomía dominicana.
Esperamos que las autoridades a ser elegidas el próximo 5 de julio sean capaces de levantar este decaído sector que, al mes de mayo de 2020, a causa de la pandemia, ha bajado el número de visitantes de 6.4 millones en 2019, a solo 1.4 millones.
El país recibió en 1978, 304,410 visitantes que comparado con 2019, representa una multiplicación de más 21 veces.
Entre 1978 y 1989 el crecimiento fue de 400% y entre 1989 y 1999 de 117% y de 1999 al 2009 50.34 %.
En términos relativos hay una tendencia al descenso lo que sugiere una atención especial.
Hoy, ya no solo sirve la cercanía con USA que es la economía donde viven 330 millones de personas con ingreso per cápita de 59 600 dólares y a dos horas de vuelo de Miami, sino donde residen más de 2 millones de dominicanos que visitan un promedio de 12 días al año.
Para seguir creciendo en ese sector es necesario agregar otros componentes que no han estado presente.
Por ejemplo, turismo de salud. Estamos en capacidad de competir en calidad y precio en ciertas áreas y podemos alcanzar estándar internacional.
Pero hay suciedad en las calles e inseguridad. La geografía es hermosa y la gente tiene mucha cortesía natural. Yo pase una encuesta a los visitantes y de todos los factores, aguas, clima, alimentación, etc. el 1er lugar salió: la gente
Singapur es una ciudad estado con solo 721 kilómetros cuadrados y logra 10 millones de visitantes por el orden, limpieza y ambiente de negocios.
Si nos preocupamos especialmente por el ambiente podríamos incluirlo entre nuestros atractivos. O sea que nuestro turismo, negocio que ayuda mucho a nuestra agricultura, no es algo a dejarlo a atributos naturales.
Es una actividad de primer orden para nuestra macroeconomía donde debería también cada vez más incluirse también que fuimos la 1er ciudad del nuevo mundo, la 1ra. universidad, el 1 er. hospital y desde luego el lugar entre los mejores peloteros y jugadoras de volibol.
Pongámosle todo a esta área, ahora más que nunca como camino de recuperación en el COVID- 19.
En 1993 el gasto promedio diario era 88.15 dólares y en 2019, 136.24 o sea, este puede seguir siendo un buen negocio, pero el que tiene una tienda que la atienda…y el Estado tiene una responsabilidad especial para que entusiasme al sector privado y la banca.
