Cada ritmo musical tiene su tema emblemático, esa composición que se convierte en su punta de lanza. Como ejemplo podríamos decir que, para el son es Son de la Loma; para la cumbia, La Pollera Colorà; para el joropo, Alma llanera; para el bossa nova, La Chica de Ipanema; para el tango, Volver; para la plena, es El Bombón de Elena; para el merengue, Compadre Pedro Juan o El Negrito del Batey y para la salsa, lo es sin lugar a dudas, Vámonos Pa’l Monte.
La salsa Vámonos Pa’l Monte, aparece en la producción del mismo nombre de la orquesta de Eddie Palmieri, grabada en 1971, bajo el sello Tico Records. Este tema presenta elementos musicales nunca antes usados en la salsa. Inicia con notas y base musical (congas, timbales, bongo, piano y bajo) los coros y una respuesta sonora con trompeta. Luego aumenta con arreglos progresivos, interpretación vocal, solo de órgano y descarga de percusión (bongó). Además de una confabulación musical, entre el piano eléctrico de Eddie y el órgano ejecutado por su hermano mayor, Charlie (f).
Este instrumento, el órgano, comienza a ser usado en los temas de música tropical a partir de aquí, pues anteriormente se limitaba a sonar en la música sacra (Gospel) y luego en la música “pop” norteamericana (Funky, Soul y Rock). Los metales (brass), con tres trompetas, dos de ellas ejecutadas por el panameño Vitín Paz (f) y el cubano Alfredo -Chocolate- Armenteros (f); un saxo barítono y un tenor, además de un trombón. El cantante es Ismael Quintana (f), quien venía con Palmieri desde la Orquesta La Perfecta y, quien también fue voz de dos producciones anteriores con esta orquesta.
“Aquí en las grandes ciudades, solo se ven congestión / pero allá en el monte mío, hallé paz y fascinación”, dice en una de sus líneas. En su momento, la expresión vámonos pa’l monte, tuvo la connotación de que era un llamado al consumo de drogas, específicamente la mariguana. Esto fue desmentido por Eddie y por Ismael, pues en cada entrevista esta era una pregunta obligada. “El hombre de la barba», como también se le apoda a Eduardo Palmieri Morales (86 años), nació en Harlem, Nueva York y es hijo de migrantes puertorriqueños. A pesar de su edad, sigue vigente entre el jazz, el jazz latino y la salsa; normalmente se ve en diversas presentaciones.
Eddie Palmieri y su orquesta visitó la República Dominicana en julio de 1974. En ese entonces, realizó una presentación en el Estadio Olímpico Juan Pablo Duarte (hoy Estadio Olímpico Félix Sánchez), a la cual tuve la dicha de asistir y disfrutar de esta orquesta, en especial escuchar en vivo la ejecución de ese himno de la salsa, Vámonos pal Monte. El precio fue de dos pesos con cincuenta centavos (RD$2.50), un poco elevado para la época. El sonido era aceptable para la tecnología del momento y la asistencia fue baja, muy baja y el show se efectuó “entre familia”. También tuvo una presentación televisiva en el programa Domingo de mi Ciudad de Horacio Lamadrid en el canal 7 de Rahintel.
Esta presentación, según mi opinión, fue el primer espectáculo presentado en el Estadio Olímpico, después de los XII Juegos Centroamericanos y del Caribe (Doce Juegos). Algunos dicen que fue el de Sophy de Puerto Rico y Fausto Rey, pero la fecha de este fue después, el 21 septiembre 1974 y para otros, Siete Días con el Pueblo, que fue del 25 noviembre al 1 de diciembre de ese mismo 1974. Es decir, que ninguno de los dos, fueron primero que la presentación de Eddie Palmieri.
Vámonos Pa’l Monte a sus 52 años de lanzamiento, sigue siendo uno de los temas salseros preferidos por los verdaderos amantes de este género musical. Al igual que yo, la colocan como la número uno del siglo, por eso es el himno de la salsa.
