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viernes, mayo 17, 2024

Un humilde homenaje a Gal Costa y por ende a Conde Olmos

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A Milton Santos de Almeida, mejor conocido como Miltiño en Hispanoamérica y Estados Unidos y Miltinho en Brasil, lo conocí como bolerista porque era muy popular en el país.

Como Aldemar Dutra, Roberto Carlos y Nelson Ned, Miltiño era un artista brasileño obligado en los espacios dedicados al bolero en la radio nacional y aquí lo conocimos como “El Rey del Fraseo”.  Naturalmente, porque todos tenía la peculiaridad de cantar hermosos boleros en español.

Roberto Carlos
Roberto Carlos

En el caso de Miltiño, su popular canción “Recuerdos” la utilizamos para iniciar una serenata a capela que dimos varios empleados del desaparecido Servicio Nacional de la Malaria (SNEM), a una doctora, que compartía espacio con nosotros en el hospital público de Pedernales.

A petición del pretendiente de la doctora, que estaba en esa alejada región sureña junto a un equipo de especialistas para combatir un brote de disentería y paludismo, Víctor Lugo (fallecido) interpretó a capela la susodicha canción. Se trata de un recuerdo imborrable, vinculado a Miltiño, que gozaba del gusto de todos nosotros, y a mi época de juventud.

Ya después conocí a extraordinarios cantantes brasileños, gracias al gusto exquisito de Conde Olmos Golibart, ido a destiempo, un periodista de una sólida formación profesional e intelectual, porque era un ávido y poco pretencioso lector. Además, amante de la buena música.

Si, fue el Golipo (así le decía cariñosamente a Conde) quien me motivó a escuchar a Gaetano Veloso, a Joao Gilberto, María Bethania, Simone y Gal Costa, entre otros, sin importar que cantaran o no en español.

Simone

Hoy precisamente quiero dedicar esta entrega de Melómano para tributar un humilde homenaje a Gal Costa (Maria da Graça Costa Penna Burgos), nacida en Salvador, la capital del estado de Bahía en el noreste de Brasil, el 26 de septiembre de 1945 y fallecida recientemente (el 9 de noviembre de este año). Y por ende a mi querido amigo y hermano Conde Olmos, que tantas experiencias gratas dejó en toda una generación de periodistas.

Con Gal Costa a todos esos extraordinarios cantantes brasileños que decidieron grabar en español para acercarnos más a esa inmensa nación suramericana, cuna de la Samba, el bossa nova y reconocida por sus vistosos y excitantes carnavales.

Costa murió de un infarto el pasado miércoles, a la edad de 77 años, según confirmó a la red O Globo su representante.

Según reseñan los diarios, en los últimos meses debió cancelar presentaciones por su estado de salud luego de ser sometida a la cirugía para retirar un nódulo en la fosa nasal derecha.

Gal Costa fue una de las máximas estrellas de la Música Popular Brasileña (MPB), uno de los géneros más importantes del país junto a la bossa nova.

“Domingo”, su primer álbum junto a Caetano Veloso, salió a la luz en 1967. En 1968 participó en el álbum Tropicália ou Panis et Circencis, uno de los más importantes de la historia de la música brasileña. Su primer álbum en solitario fue en 1969, con el mismo nombre.

Y como ha escrito o posteado el periodista cubano Jaime Masó en su cuenta de Facebook sobre el deceso de Costa “…no hay tiempo para pensar en la muerte” y yo digo, sino el momento de su renacer a través de sus canciones, porque los buenos artistas son eternos.

Sin importar la tristeza que implica la muerte de una artista de su calidad, este viernes bohemio alzo mi copa y brindo por Gal Costa, por sus hermosas canciones.

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