Balada triste de trompeta es una canción para lucírsela, una melodía a ser desafiada solo para aquellos que tienen grandes condiciones artísticas, que son capaces de llevarle el ritmo a ese fabuloso instrumento de vientos, símbolo indiscutible de Louis Daniel Armstrong.
Si hablamos de la canción “Balada triste de trompeta”, compuesta por Franco Pisano (1922-1977), director de orquesta, arreglista y músico de jazz italiano, necesariamente hay que mencionar a doña Estela Raval. Lo de doña va por su calidad de intérprete y su permanencia en el gusto de la música popular. Y a ese gigante de España, a Raphael, que estuvo en Teatro Nacional en abril pasado, presentando su Tour 60 Años.
“Balada triste de trompeta” son de esas canciones que al escucharlas erizan los pelos y uno termina agradeciendo por el don divino de la audición y por estar vivo.
Estela Raval, cuyo nombre era Palma Nicolina Ravallo, nació en Argentina y fue la exquisita voz femenina de Los Cinco Latinos. A partir del 1941, la fama de ese grupo argentino y de Raval se extendió por todo el mundo. Aquí no fue la excepción.
Lamentablemente, Estela Raval falleció el 6 de junio de 2012 en su amado Buenos Aires, pero hasta el 2007 continuó, como decía ella, desafiando a la trompeta.
Esta canción era tan importante en el reportero de Los Cinco Latinos que todos los espectáculos lo cerraban con ella y no había una sola presentación donde el público no le exigiera a Estela que la cantara.
Estela Raval solía cantarla con Ricardo Romero, el esposo, hasta que falleciera en 1988.
Miguel Rafael Martos Sánchez, sí el mismísimo Raphael, hace una exhibición (como en otras canciones) de indiscutible calidad como cantante en este desafío que constituye “Balada triste de trompeta”.
Existe un vídeo dramatizado en el que Raphael, vestido de payaso, entra a un gran salón y se encuentra con una trompeta sobre un sofá, que, como su tuviera vida, empieza emitir sonidos y es el inicio del desafío.
Insisto en que de eso se trata esta canción de Pisano, en desafiar a la trompeta a puro golpe de voz sonora y contundente. Pero no a una mera trompeta, sino al instrumento en labios de un verdadero trompetista.
Estremecedor es escuchar a esta argentina, lamentablemente ya ida, y este español, considerado por muchos uno de los precursores de la balada romántica en España y estos países de habla hispana, donde por suerte no ha tocado nacer.
Escribir esta columna cada semana, además de reafirmar mi pasión por el bolero, me ha permitido investigar y conocer a nuevos intérpretes que han puesto sus ojos en este apasionante género musical. En este caso pude descubrir un joven de Corea del Sur, llamado Min-gyu Cho, quien a mi juicio ha sido capaz enfrentarse a la “Balada triste de trompeta” y salir airoso.
En los vídeos de Raphael y Min-gyu Cho el quid del asunto es en principio la burla del público para luego pasar al impactante descubrimiento de enfrentar con éxito a la trompeta.
Es mi recomendación para este fin de semana, que a pesar de estar superando el COVID-19, no deja de ser bohemio y donde el bolero inunda los sentidos, hace la vida más llevadera.
