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miércoles, mayo 15, 2024

Melómano:Dos frases de boleros que no me pude resistir a incluir en mis novelas

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Cuando la madre del presidente Plácido Peñalba lo encara por todas las cosas negativas, los crímenes que se atribuyen a su gobierno, él, evocando un añejo bolero, le responde que “todo tiene su precio en la vida”.

Para una dictadura ilustrada mantenerse en el poder, como ocurría con Peñalba, el personaje central de mi novela “El hombre que no podía morir”, había que “mojarse los pies”, pasar por el lodo, pagar un precio.

Si hay algo que como escritor y fanático me encanta del buen bolero es, además de entretener, en algunos casos su capacidad o posibilidad de enseñarnos, de trasmitir a través de sus letras ese mensaje de sabiduría.

Esa expresión, una clara evidencia de que nada es gratis en esta vida, está contenida en el bolero o la canción, ya que por su ritmo podría ser catalogada de bachata, “Nomás lo que soy”.

Esta canción la interpreta el boricua Tommy Figueroa (1935-2009), que, a decir de Froilán Antonio Rodríguez Jiménez, el inolvidable Anthony Ríos (1950-2019), cantando en un solo tono, convirtió en éxitos todas sus canciones.

“Todo tiene su precio en la vida”, qué frase más significativa. Lo que hagas, digas, lo que decidas, la decisión que tomes o no tomes, tendrá un precio, que indisolublemente habrá que pagar.

A partir de esa frase, estrofa o verso fui construyendo el personaje de Plácido Peñalba (que algunos le encuentran un parecido con Joaquín Balaguer) y, de paso, aprendí una sabia lección. Definitivamente, todo tiene un precio en la vida.

Y que tal “recordar es volver a vivir el tiempo que se fue”. Nada más cierto. El ser humano tiene la capacidad de evocar los buenos y malos momentos vividos. La música, sobre todo el bolero, es un poderoso activador de la memoria para volver a vivir ese tiempo, que inexorablemente se fue. El trago resulta una combinación perfecta con el bolero en eso de recordar.

Blanca Rosa Gil
Blanca Rosa Gil

Esa frase la podemos encontrar en el sentido bolero “Recuérdame”, en voz de Blanca Rosa Gil, la Muñequita que canta. En el bolero, compuesto por el también bolerista José Antonio Salamán (Puerto Rico 1929-2009), el trago como vehículo evocador y medio idóneo para brindar por los buenos momentos, pasados y presentes, es un protagonista de primer orden en esta canción, una de mis preferidas.

“Yo no sé, si brindar o no brindar

Por la dicha que gozamos alguna vez

Te confieso que fui muy feliz contigo

Que los besos que me daba, nunca los olvidaré”.

Un bolero compuesto para evocar un pasado, que pudo estar repleto de flores y espinas, un amor que se fue. Un grito lastimero que implora recordar ese pasado amor en medio del olvido, que puede llegar con una nueva pareja.

“Recuérdame

Cuando feliz, lejos de mi estarás

Y un nuevo amor tendrás

Recuérdame”

“Recuérdame

Como a un cantar querido

Recuérdame

En medio de tu olvido

Que recordar es volver a vivir

El tiempo que se fue

¡Ay!, recuérdame”.

Por canciones como esta llega uno a la triste conclusión de que el bolero es un género musical para sufrir el amor, como dicen algunos entendidos.

Avelino Stanley
Avelino Stanley

En un enjundioso ensayo, el escritor romanense Avelino Stanley hace una clasificación de la novela dominicana y coloca “Con el diablo en el cuerpo”, en lo que llama Novela Bolero, si mal no recuerdo. Es que el bolero en sus letras ha dejado un rastro perenne de dolorosa sapiencia, de la cruda realidad de la vida, del amor y el desamor, que es imposible que no salpique con su olor a cabaret la producción literaria de quien suscribe o de los amantes de este género “para cortarse las venas”.

He de confesar que no me pude resistir a incluir esas dos frases o estrofas (“Todo tiene un precio en la vida” y “Recordar es volver a vivir el tiempo que se fue”) en dos de mis novelas. Una de ella se ha convertido en una frase lapidaria en mi vida. Entre bolero y bolero este viernes bohemio lo más idóneos es no olvidar el buen tiempo que se fue, pero sin dejar de disfrutar a plenitud del maravilloso presente. ¡Salud!

El autor es periodista, novelista, cuentista y poeta.

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