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jueves, mayo 16, 2024

Hablemos de la Sonora Matancera y de sus famosos intérpretes

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Me acabo de enterar que Gerónimo Pedro Knight Caraballo, si ese mismo, el eterno y devoto esposo y mánager de la Guarachera de Cuba, Celia Cruz, era el segundo trompetista de la agrupación cubana la Sonora Matancera.

Interesante y digna de contarse la historia de la Sonora Matancera. Inicialmente fue un grupo formado en 1920 para amenizar las reuniones y mítines de un partido político y se llamaba Tuna Liberal. Seis años después cambió el nombre a Septeto Soprano, siempre liderada por Valentín Cané.

Debo admitir que nunca me imaginé que Bienvenido Granda (Bienvenido Rosendo Granda Aguilera, 1915-1983), el Bigote que Canta, perteneciera a esta grandiosa agrupación musical cubana.

Bienvenido Granda

Bienvenido Granda

Apreciados lectores ese mismo año de nuevo le cambiaron el nombre y pasó a llamarse Estudiantina Sonora Matancera y finalmente, en 1935, adoptó la denominación con la que la conocemos la mayoría de los mortales, amantes del bolero, la balada y el son.

Otro dato que desconocía era que el Rey del Mambo, el inolvidable Dámaso Pérez Prado, fue el pianista de la Sonora Matancera hasta el 1938.

Definitivamente, ¡qué orquesta la Sonora Matancera de Cuba! Pérez Prado deja en el piano a Severino Ramos, quien se convertiría el principal arreglista musical de la Sonora.

Por un problema de exclusividad, la Sonora Matancera vuelve a cambiar su nombre a Conjunto Tropicana, pero como existía un grupo con nombre parecido y para evitar conflictos judiciales, pasa a llamarse Tropas Habana.

Daniel Santos
Daniel Santos

Daniel Santos Betancourt (1916-1992) pasa a formar parte de la Sonora Matancera en octubre del 1948 y se convierte en uno de los artistas más recordados de este grupo cubano.

La primera vocalista femenina de la Sonora Matancera fue Myrta Silva (en 1949), conocida como la Gorda de Oro.

Después se integra la Guarachera de Cuba a la Sonora Matancera, permaneciendo hasta el año 1965. En 1960, Celia Cruz se exilió en Estados Unidos, aunque continuó cantando con la agrupación, y dos años después contrajo nupcias con Knight, el hombre que la acompañó hasta el último instante de vida.

Posteriormente, en 1951, llegaron Miguelito Valdés (Miguel Ángel Eugenio Lázaro Zacarías Izquierdo Valdés Hernández, 1912-1978) y el argentino Leo Marini (Alberto Batet Vitali, 1920-2000).

La Sonora Matancera fue un grupo musical tan diverso y de tanta presencia en Latinoamérica que dentro de sus integrantes contó una cantante haitiana: Martha Jean Claude, que grabó un único tema junto a Celia Cruz, titulado “Choucouné”.

Si hasta Félix Roberto Manuel Rodríguez Capó (1922-1989), el fecundo cantautor boricua conocido por el nombre artístico de Bobby Capó, grabó un disco con la Sonora Matancera. Compositor de canciones como “Piel canela”, “Soñando con Puerto Rico”, “Quémame los ojos”, “Percal”, “Llorando mi dormí”, entre otras.

Cuando Daniel Santos abandona la agrupación fue sustituido por Nelson Pinedo (Napoleón Nelson Pinedo Fedullo), un colombiano nacido el 10 de febrero de 1928 y fallecido en octubre de 2016, en Venezuela, y conocido como “El pollo barranquillero”.

El cubano-estadounidense Vicentico Valdés, que popularizó canciones como “Los aretes que de la luna”, “Plazos traicioneros” y, una de mis favoritas, “Conversación en tiempo de bolero”, entre otras, ingresó en 1953.

Después de una crisis en la Sonora Matancera por la falta de cantantes, debido a la renuncia de dos de ellos, llega el dominicano Alberto Beltrán, el 16 de agosto de 1954, conocido como “El negrito del batey”. Popularizó el bolero “Aunque me cueste la vida”, de la autoría de su compatriota Luis Kalaff, entre otros.

Para no alargar esta entrega, posteriormente a la Sonora Matancera ingresan la cubana Olga Chorens y la boricua Carmen Delia Definí Piñero, entre otros que no lograron destacarse.

Naturalmente, que tengo que hacer un aparte, pues de lo contrario no me lo perdonaría, para mencionar a ese gran cantante cubano Celio González (1924-2004), mi preferido en mis noches de bohemia y karaoke. González llega a la Sonora el 23 de mayo de 1956 y “rompió” con la canción “Quémame los ojos”, como ya dijimos, de la autoría de Capó.

Los amantes del bolero y la bohemia pueden darse este viernes un festín colocando las canciones de la afamada Sonora Matancera de Cuba y las pléyades de intérpretes que la integraron.

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