24.4 C
Santo Domingo
miércoles, mayo 1, 2024

¡Terrible señal!

Las más leídas

Este 27 de febrero es preciso decir que esta isla caribeña fue  originalmente dividida por dos imperios colonizadores, el español y el francés; previa conquista de su territorio y exterminio de sus pueblos originarios. El pueblo esclavo de la colonia francesa fue el primero en liberarse y en fundar la República de Haití en su parte Occidental.  La revolución haitiana fue decisiva para liberar la parte Oriental ocupada por España y para abolir la esclavitud en toda la isla (1822); un proceso de corta duración en tanto la conformación de una identidad nacional propia en la parte Oriental tendía a separarla de  Haití y constituir otra República independiente.

La fundación de la República Dominicana (1844) y su accidentada primera independencia asumió por tanto las características de separación de Haití.  A ese desenlace le siguieron intensas luchas contra las fuerzas imperiales españolas y el naciente imperialismo estadounidense, que procuraron someterla de nuevo; primero hubo de librarse la lucha contra la anexión a España y luego contra el neocolonialismo norteamericano, que aún perdura.

En la lucha por la separación de Haití -motivada en parte por influencias culturales de dos potencias colonizadoras diferentes, del desarrollo de culturas diferentes, idiomas distintos, creencias religiosas  y fenotipos humanos relativamente diferenciados (uno predominantemente negro y otro mulato)- confluyeron anexionistas pro-españoles y independentistas liberales radicales.

Por eso la anexión a España no tardó en producirse, obligando a una heroica lucha por la restauración de la República independiente, que al paso de los años fue sensiblemente abatida hasta convertirse en neo-colonia de EEUU. Algo parecido aconteció en Haití, con el concurso de EEUU, Francia y Canadá, bajo hegemonía estadounidense. En fin, hemos devenido en dos países reiteradas veces intervenidos por EEUU y drásticamente re-colonizados, afectados por una maltratada separación que ha sido envenenada por racismos y seudo-nacionalismos aberrantes, estimulados por la impronta colonialista y los agentes políticos y sociales de la supremacía blanca.

La ideología pro-colonialista, impregnada de racismo, ha perdurado aquí más allá de la abolición formal de la esclavitud, también obstruida por la precaria subsistencia de los libertos y una forma de pensar y de vivir influida por la cultura de la sumisión y dependencia. Ella es pasado y presente, a pesar del inconmensurable aporte del producto libertario de la revolución haitiana a la a la causa de la igualdad. Racismo y coloniaje están siendo promovidos, con renovados fanatismos, por el sistema tradicional de partidos, la cúpula capitalista, los intelectuales a su servicio, sus medios de comunicación, el Presidente Abinader y su gobierno. ¡Terrible y bochornosa señal!

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Lo último