NUEVA YORK._ Las autoridades identificaron al cuidador en hogares (Home Atender) y lavador de carros como el dominicano Luis Miguel Zorilla Liz, de 20 años de edad, quien murió el 7 de mayo en un incendio por la explosión de una batería de iones de litio de su motocicleta eléctrica en la que iba a sus dos trabajos después de ser declarado con muerte cerebral en el hospital.
El Departamento de Bomberos de Nueva York (FDNY) y la policía también revelaron los nombres de una madre hondureña de tres hijos, Maryuri Isabel Beneditt que estaba cuidando a Bertha Domenech Santiago, de 94 años y Luis Dominech, sobrino de la abuela que también perecieron en el siniestro.
El fuego se produjo en un apartamento de la calle 190 en el Alto Manhattan, donde las víctimas estaban en el momento de la explosión que sacó de raía el aire acondicionado de una de las ventanas que dan a la calle.
Docenas de bomberos respondieron a llamadas al 911 y controlaron el fuego poco después mientras paramédicos del FDNY llevaron a las víctimas al hospital donde murieron Zorilla y Beneditt después de ser ingresados en estado crítico.
El joven dominicano, de 20 años de edad, que durante la pandemia se graduó de bachiller en la secundaria George Washington High School, llevaba los dos trabajos para mantener ininterrumpidamente la ayuda económica que remesaba a su madre, a la que planeaba traer a Nueva York desde la República Dominicana.
En una campaña recaudatoria de fondos para el funeral de Zorilla en la plataforma GoFundMe se informa que sus restos serán sepultados en la República Dominicana.
La campaña fue abierta por Rafael Vargas a nombre de Rafael Reyes Martínez para ayudar a la familia de Zorilla a costear el pago del funeral y el traslado del cuerpo a la República Dominicana.
Vargas y Reyes dijeron en el mensaje que la campaña es apoyada por compañeros de trabajo de Zorilla en el Car Wash So Fresh So Clean” en la calle 187 en el Alto Manhattan. El difunto también trabajaba en una factoría en Nueva Jersey y se levantaba a las 5:00 de la mañana para regresar a la casa a las 6:00 de la tarde.
Rodríguez narró que Zorilla aspiraba a graduarse de mecánico para mejorar su situación económica.
Un altar improvisado con fotos de Zorrilla, cajas de velas, flores y mensajes escritos fue levantado frente al lavadero de carros.
El nieto de Santiago, Robert Santiago, de 43 años, dijo que su abuela trabajó como ama de llaves en un hotel hasta los 70 años.
