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lunes, mayo 6, 2024

Danilo en la recta final para la entrega del poder

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SANTO DOMINGO.A Danilo Medina le quedan seis días como presidente de la República y salir del poder con una imagen deteriorada, muy gastada y cuestionada. Sus desaciertos en este último cuatrienio desnudaron su verdadera personalidad, aunque muchos de sus cercanos, ya conocían de sus impulsos y desafueros.

A Danilo no le bastaron los cuatros años que en 2012 imploró  a su partido morado y al pueblo dominicano con el favor del voto para “demostrar” sus intenciones de hacer lo que nunca se había hecho, sino que también se reeligió por un nuevo período, con la excusa de concluir su obra, reformando así la Carta Magna en 2015 que le permitió la reelección consecutiva presidencial con el agregado del “nunca jamás”.

Sin embargo, inconforme con el “nunca jamás “, al término de su segundo período, Danilo puso en el tapete el tema de la reelección e intentó por varias vías reformar la Constitución para continuar en el poder más allá de 2020, favor que no logró obtener, y que guiaron su liderazgo por el sendero del despeñadero.

Su ambición desmedida lo llevó a ganarse el repudio y rechazo de la sociedad, hastiada de denuncias de corrupción, soborno, nepotismo, deterioro del sistema judicial, y crisis sociales.

Su situación e imagen empeoraron cuando decidió concretar sus deseos de continuar en el poder a través de un candidato que él mismo creó a semejanzas de sus intereses.

Se trataba del ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, a quien el mandatario escogió, pese a que no figuraba en la lista de precandidatos que luchaban por alcanzar la nominación presidencial del partido y que competiría con el ex presidente Leonel Fernández en las primarias.

Tanto él como sus seguidores se llegaron a creer los absolutos y seguros ganadores en todas las contiendas electorales. En una ocasión se atrevió a afirmar ante la opinión pública que él ganaba, solo, las presidenciales con su “penco” de candidato  Gonzalo Castillo.

Este 16 de agosto, Medina se marcha del poder sin flores, pitos y flautas. Envuelto en telarañas que él mismo construyó, fruto de su terquedad, caprichos, odio, manipulación, prepotencia, engreimiento, violaciones a la ley, a los acuerdos con su propio partido …

Sus desaciertos comenzaron a develarse ante la gran mayoría cuando quiso imponer nueva vez una reforma a la Constitución, manejada con descaro y como se dice en el argot popular  “a la mala”, desde las cámaras legislativas.

El diputado Elpidio Báez  recibió  luz verde para llevar a cabo el plan que lo habilitaría para optar por un tercer período, y cuya intención quedó frustrada tras las presiones de la oposición y la famosa llamada que le hiciera Mike Pompeo, secretario de los Estados Unidos, sobre la importancia de respetar la institucionalidad democrática y la Constitución, con miras a las elecciones de 2020.

En estos últimos años, Danilo Medina no solo se ha burlado de sus compañeros de partido, sino que prácticamente ha engañado a toda la nación. Sus más recientes acciones así lo demuestran.

Se llegó a creer el dueño absoluto de su partido, que podía hacer lo que se antojara y de hecho logró comprar y embaucar a casi todos los miembros del Comité Político de ese partido, incluyendo a la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández, esposa del ex presidente Fernández, quien también dio muestra de que sus apetencias políticas no tenían límites.

Su más reciente desafuero fue la inauguración de la estación interurbana de autobuses, cuya construcción recibió duras críticas de residentes de la zona, entendiendo que la estación arrabaliza  y contamina el entorno del Parque del Este, además, por  violación a varias sentencias del Tribunal Constitucional que mandó a detener la obra en varias ocasiones.

Igualmente, se le ha criticado por el mal manejo de la pandemia del Coronavirus, cuyos casos a la fecha, han ido en aumento, igual el número de decesos. Críticas a las compras de materiales e insumos médicos realizados sin licitaciones que envuelven cifras millonarias en dólares y que, como por arte de magia, han caído en  manos de hermanos y familiares.

Este domingo, Danilo deja el poder por decisión de la gran mayoría, y su futuro será incierto. Será recordado como el presidente que hubo que sonarle los calderos para que entrara en razón y reconociera sus errores. Con el pasar del tiempo, días, meses o quizá años, esperamos que alguien le pase la factura.

 

 

 

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