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martes, abril 30, 2024

Cientos acuden a funeraria en Nueva Jersey para despedir restos de la madre del doctor Yomare Polanco

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NUEVA JERSEY._  Cientos de dominicanos de todos los sectores sociales, familiares, amigos y allegados, acudieron ayer viernes en la tarde a la funeraria Crabriel FH Funeral Home en esta tranquila ciudad de Nueva Jersey para despedir los restos de la madre del doctor Yomare Polanco, Doña Mariana Sánchez Bueno viuda Polanco quien falleció la semana pasada con casi 80 años de edad.

Los asistentes se congregaron apretujados en la sala principal de la casa funeraria Crabiel Parkwest Funeral Chapel situada en el 239 de la avenida Livingston, para escuchar cánticos cristianos, música en memoria de la difunta, imágenes y testimonios ofrecidos por su hijo, el doctor Polanco.

Será sepultada hoy sábado 15 de octubre en el cementerio Franklin Memorial Park en la ciudad de Somerset en Nueva Jersey a las 10:00 de la mañana.

A la entrada de la funeraria, una pantalla presentaba en videos un resumen gráfico de la historia de la matriarca, sus hijos y otros familiares, mientras Polanco interpretaba lúgubremente y con gran tristeza conocidas canciones dedicadas a las madres como “Amor Eterno” y el presentador de televisión Rafael (Bomba) Brito recitaba con voz entrecortada oraciones y elegías a la difunta.

Adentro, su cuerpo frágil yacía en un ataúd blanco, con mortaja roja y rodeada de numerosas coronas y ramilletes de rosas blancas y rojas, mientras dos candelabros, uno rojo y otro blanco, iluminaban tenuemente su rostro.

Todavía aún después de muerta, la difunta parecía contagiar una buena vibra según apreció este reportero al acercarse al sarcófago.

En la contratapa del ataúd, un crucifijo dorado llevaba escrito su nombre reflejando como un destello de luz.

El principal testimonio fue el de Polanco quien hizo una apretada crónica de la historia de su madre en vida, describiéndola como una guerrera luchadora que supo sortear muchos obstáculos para alcanzar el éxito en todos sus proyectos, consolidando principalmente su vocación de comerciante.

“Mi mamá no sabía escribir ni leer”, expresó Polanco que en momentos de la narrativa que apresado por la congoja y las lágrimas.

Relató que su abuelo, el padre de su mamá, tampoco sabía de letras por lo que tenía que firmar con una X.

Narró que su madre emigró a la capital dominicana después que un tío suyo decidió no pasar más hambre y se montó en un barco donde el Gobierno del dictador Trujillo lo enroló en la Marina.

“Mamá no se quedó, dijo que se iba a la capital a lavarles las ropas a sus hermanos. Papá llegó a la capital al igual que los otros, sin nada, pero un día encontró a un greidista (conductor de gredas)  que trabajaba en el arreglo de la carretera y ya estaba cansada de lavar las ropas, se enamoró, se enganchó con el greidista y se casaron”, relató.

Contó Polanco que su papá le compró dos anillos de boda  a su mamá por $5 pesos, pero ella no quiso anillos. “Donde están Molinos Dominicanos, mamá compró un terreno. No pasaron tres meses para Trujillo construir los molinos y le dieron $50 pesos, con esos 50  se fue a Los Mina, compró un terreno e hizo una casa de madera”.

Polanco recordó que después de 5 años, llegaron las monjas y abrieron un colegio hecho en madera al lado del río Ozama, donde él y su hermano ella los inscribió en la mañana mientras la madre estudiaba en la tarde.

“Y se graduó a los tres años de bachiller y corte y confección, a los 25 o 26 años de edad, comenzó a confeccionar camisas que todo el barrio se ponía. Después de  ahí, nadie paró a mi mamá, fue para arriba  y luego buscó visa para ir a Puerto Rico  donde compraba ropas, hizo una fantasía y abrió una tienda con la que vestía al pueblo entero”, añadió.

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