SANTO DOMINGO Tienen muchas coincidencias que les une y separa, parece normal que existan amores y desamores entre los dos partidos políticos más jóvenes de la República Dominicana: el Revolucionario Moderno (PRM) y Fuerza del Pueblo (FP).
Ambos son el resultado de desprendimientos de sus organizaciones madres, el PRD y el PLD; surgieron sin haber participado en elecciones, y su primera experiencia contaron con diputados, senadores, alcaldes, regidores, directores municipales y vocales en casi todo el país.
Su surgimiento ha significado el inicio del descalabro del PRD y el PLD, especialmente del primero, cuya imagen en la psiquis del pueblo va desapareciendo cual terminación de un vídeo en un segmento de filmación.
El segundo, PLD, la afectación se reflejó relativamente al instante, con el resultado de las recientes modalidades electorales (municipales, presidencial y legislativas), siendo expulsado del Poder Ejecutivo y mermado en el número de representantes congresuales y gobiernos locales.
En el caso del PRM, fundado en septiembre del año 2013, meses después fue reconocido por la Junta Central Electoral (JCE), habilitándolo para participar en los comicios de 2016, cambiando la identidad legal-electoral de la Alianza Social Demócrata.
En agosto de 2014, se presentó ante la sociedad partidaria con 35 diputados renunciantes del PRD y en septiembre ya tenía nombre propio, celebrando su Convención Extraordinaria el 26 de abril del 2015, eligiendo a Luis Abinader como candidato presidencial para los comicios del 2016.
De su lado, la FP en cuestión de meses realizó la misma sinergia, con el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), fundado el 21 de diciembre del 1980, acogiéndose al reconocimiento de éste por la JCE mediante resolución 5/90 del 26 de enero de 1990.
Ya con su nuevo nombre, elige a Leonel Fernández como candidato presidencial y cabeza de una coalición de seis partidos para los pasados comicios, sustentado por mandato de convenciones celebradas por el PTD el 20 de octubre del 2019 y el 5 de enero del 2020.
Participa en las elecciones recién pasadas del 2020, con candidatos al Congreso y municipios en varios partidos aliados e incluido en el “viejo partido” que acababan de abandonar, “alcanzando el número de legisladores para ser segunda mayoría senatorial y amenazante tercera mayoría en la Cámara de Diputados”, según expresa Franklin Almeyda.
Desempeño político
Con un aceptable resultado electoral en su primer reto electoral como partido, el PRM aprendió del PRD la lección de lo que no se puede hacer, dando espacio a nuevos líderes, al tiempo de realizar una oposición ajustada a sus posibilidades.
En cierta forma aplicaron la táctica del Partido Comunista Chino, de “luchar con razón, con ventaja y sin sobrepasarse”, utilizando las contradicciones internas del PLD.
Los resultados ya los conocemos, pero queda en la población el hecho cierto de que no cuenta aún, con una estructura organizativa sólida, “basada en ideas y adecuada a los tiempos de la revolución digital” , según Almeyda.
Refiere el ex rector de la UASD, la FP, de la que es importante activo, “recién concluyó un congreso novedoso, debatiendo 17 temas para sembrar ideas, utilizando los medios digitales y de la inteligencia artificial para celebrarlo”.
Resalta que en el evento participaron 7,740 delegados, los que aprobaron sus propuestas por los medios de correos electrónicos.
“El propósito ahora es aplicar las normas y políticas aprobadas, cultivar su membresía para hacerla creciente y, posteriormente, elegir sus autoridades”.
La lucha política PRM-FP
Ante tantas coincidencias y con el mismo propósito, el PRM de mantenerse en el poder y la FP desplazarlo, contando con el debilitamiento estructural del PLD, lo más lógico es que entre estas dos nóveles organizaciones se desarrolle una lucha sin cuartel, por sus supervivencias en la preferencia del electorado.
La FP dice no querer verse en el espejo del PRM, “quien descuidó seis años desde su fundación en banalidades políticas, pudiendo disciplinar sus filas y crear una estructura para un partido gobernante adecuado a las nuevas generaciones”.
De su lado, el PRM, aunque trata de no disgustar el leonelismo y complacerlo hasta que no se perjudique, sabiendo que fortaleciendo la FP, automáticamente debilita el PLD y él (PRM) apuesta a la máxima de divide y vencerá.
Trata y tratará hasta lo indecible que en las áreas legislativas y municipales se mantengan y crezcan las diferencias opositoras, para vadear las dificultades y alcanzar el propósito buscado en cada ocasión.
El PRM reconoció a la FP el derecho a tener el delegado senatorial ante el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), pese a que en el período 2016-2020, planteó el mismo alegato hecho ahora por el PLD.
También cedió al PLD uno o tal vez dos asientos en el pleno de la nueva Cámara de Cuentas, como una señal de que floja y hala, según conveniencia, a los partidos que ocupan las casillas dos y tres en el ranking de partidos más votados.
