¿Qué es el Batallón Azov de Ucrania? ¿Por qué los rusos dicen que se trata de un notorio batallón neonazi? Pero ¿qué son los neonazis? ¿Son nacionalistas, son ucranianos, o son terroristas?
¿Quién anda en busca de la maldad de la guerra, los norteamericanos, los rusos, los neonazis, los grandes guerreristas de siempre de la Europa de siempre (han generado las dos grandes guerras mundiales, y parece que buscan una tercera), para el desastre final? ¿Por qué?
Contar esa historia no parece cosa fácil. Y tan difícil es que los rusos han señalado que el movimiento de tropas de la Guardia Nacional Rusa y su artillería parcial en territorio de Ucrania busca, más que nada, arrancar de cuajo de esa nación a esos supuestos terroristas. ¿Sólo allí hay terroristas?
Hay un mini serial magnífico, claro preparado por HBO de Estados Unidos; y también una película de Netflix, también de guionistas norteamericanos, producciones en las que se reproduce a juicio de los guionistas, lo que produjo la catástrofe de Chernóbil, y sus consecuencias, en el norte de Ucrania, el 27 de abril de 1986. Eso queda cerca de Kiev, en la frontera con Bielorrusia. El nombre de la planta siniestrada es Vladimir Ilich Lenin. Se dice que Chernóbil es el mayor desastre nuclear generador, a su vez, de uno de los mayores desastres medioambientales conocidos.
En estos días han resonado en los oídos de todo viviente estos mismos nombres. Chernóbil, Kiev, Ucrania, Rusia, etcétera, etcétera.
Y fijémonos lo que recoge en un diario internacional chino, de la China China, no de Taiwán: “La inteligencia estadounidense ha mentido flagrante y repetidamente para engañar a la gente para que apoye una guerra desastrosa tras otra, y no muestran signos de detenerse”. El diario chino advertía que no se hacía compromisario con esa opinión, escrita en chino, traducida al inglés. Y de allí, al español.
Observando lo que está ocurriendo en Ucrania, sus antecedentes inmediatos y conociendo la historia, a cualquiera le resultaría fácil entender:
Igual que antes de las dos guerras mundiales ocurridas y los miles de millones muertos y los terribles daños de todo tipo, Europa, Occidente, los norteamericanos están haciendo todo lo posible para que la historia se repita. Ahora con Rusia como una excusa excelente para lo peor.
¿Cómo obviar tamaña maldición? No hay recurso a manos.
Para quienes lo ignoren o no lo recuerden, no está demás escarbar los hechos antecedentes y tratar de dar respuesta a esta pregunta: ¿Por qué se produjo aquella alianza de Estados Unidos y la Alemania Nazi de Hitler para enfrentar a la URSS, ya el 8 de diciembre de 1941, fecha en que los norteamericanos decidieron entrar a la Segunda Guerra Mundial?
Cuestión de intereses materiales, económicos, más que otras cosas. Al pie de una foto tomada al azar en cualquier sitio de Internet se puede leer con claridad: “Adolfo Hitler (izquierda) acompañado de Prescott Bush (derecha), abuelo del expresidente de Estados Unidos, George W. Bush”.
¿Por qué hacer esa relación? Porque “Prescott Bush era socio de Brown Brothers Harriman & Co., y director de la Union Banking Corporation, muy ligada a intereses de corporaciones alemanas, incluida la Thyssen Steel, una importante empresa involucrada en la industria armamentística del Tercer Reich”. Esto, tomado de documentos desclasificados en 2003. Quienes no sepan lo que fue el Tercer Reich, pendiente, aún, de un ¿Cuarto Reich? que lo busquen y lo sabrán, en Internet. Sencillamente, aquella vez, ya se conocían los planes de los nazis, pero esas compañías norteamericanas de los antecesores de Bush, que se cita, tenían estrechas relaciones con negocios alemanes que financiaban a ese monstruo histórico conocido como Hitler.
Hoy, Estados Unidos, en coyunta con Alemania y la Unión Europea, sostiene una abierta guerra mundial, propagandística, financiera y de todo tipo contra Rusia. Y Rusia dice con la claridad que lo dice Putin, presidente de la URSS, que su guerra en Ucrania, (ésta, sostenida hoy por estos mismos grupos aliados que citamos) es una guerra para desmilitarizar y desnazificar a Ucrania. ¿Desnazificar? Hitler y sus nazis se aliaban contra la URSS porque ansiaban el petróleo ruso den Cáucaso, el petróleo de Bakú, para sobrevivir en la Segunda Guerra Mundial, y esas ansias condujeron a Hitler a la muerte, como un vulgar suicida narcómano. Hitler hacía rato estaba apoyándose en los envíos de petróleo crudo que hacía la empresa norteamericana Standard Oil, propiedad de los Rockfeller.
Todos hablan el lenguaje de los políticos representantes de los grupos y corporaciones económicas, productores de armamentos de guerra que sólo sirven para matar a seres humanos y dañar la humanidad en nombre de “ideologías” que sólo a ellos les importan.
La Red Voltaire, agencia de prensa no alineada, reporta desde Francia, que Australia ha decidido clasificar como «historias falsas» toda información sobre los grupos neonazis ucranianos e imponer sanciones a los medios que difundan esa información. Bueno, díríase que esa es la nueva tónica de los aliados de hoy: noticias falsas y represión de la libertad de expresión.
Sobre estos grupos neonazis de Ucrania, hace ocho años que se viene difundiendo informaciones, por lo que existe un abundante archivo referencial. La red de redes, la Internet, está repleta de informaciones veraces sobre este tema, puesto de moda en forma trascendental por la decisión de Rusia de militarizar con su ejército a Ucrania.
El Comité de Investigación de la Federación de Rusia, que reúne todos los requisitos jurídicos necesarios, lleva investigando desde 2014 cientos de crímenes de terrorismo y extremismo contra la paz y la seguridad de la humanidad perpetrados durante el conflicto armado interno, en Ucrania. Sobre la base de los hechos documentados, se han abierto 467 causas penales relativas a los acontecimientos ocurridos en Ucrania y Dombás.
Entre los inculpados se encuentran representantes de la cúpula militar y política de Ucrania, miembros de las asociaciones nacionalistas radicales Pravi Sektor y Cuerpo de Voluntarios Ucranianos, miembros del batallón Azov y todos los implicados en estos crímenes, leemos en la Red Voltaire.
En las investigaciones se determinó que desde abril de 2014 Ucrania ha estado bombardeando zonas pobladas en las dos repúblicas autoproclamadas, para lo que ha utilizado sistemas de misiles tácticos Tochka U, sistemas de lanzamiento múltiple de misiles Grad y Uragan, misiles aéreos no guiados y otros tipos de armas ofensivas pesadas de efecto indiscriminado y con propiedades altamente dañinas, así como armas pequeñas y armas ligeras. Como resultado, miles de civiles murieron o fueron heridos, y más de 2.200 instalaciones de infraestructura civil fueron destruidas total o parcialmente.
Con la ayuda del Comité de Investigación de la Federación de Rusia, las asociaciones rusas de abogados han tramitado más de 39.000 expedientes, a partir de los cuales se han preparado y enviado al Tribunal Europeo de Derechos Humanos unas 7.500 denuncias de víctimas de la actuación de las autoridades ucranianas. El importe total de la suma que se reclama en las denuncias sujetas a indemnización es de más de 350 millones de euros. Sólo para oídos sordos, o para los censurados.
Volveremos sobre el tema.
