Hay una emisora radial que tenía una advertencia que decía: El Agua es vida. No la desperdicies.
Eso lucía una recomendación inefectiva por lo evidente. Pero no es así. Se dice que las próximas guerras ocurrirán en procura de este líquido.
Los estudiosos de la astrofísica que identifican otros lugares donde puede existir vida, la primera cosa que buscan, es si puede existir agua para detectar dicha posibilidad.
En los 176 años de vida independiente de Haití no le hemos dedicado la debida atención a este aspecto que parece simple.
Lo que aquí escribo lo hago en dirección de que las nuevas autoridades electas reciban el mensaje de que este asunto no es una cosa cualquiera, el intentar de que todos los habitantes del país tengan a precio razonable el agua que necesitan para sus necesidades domésticas e industriales.
Un ejemplo. Tenemos en mi hogar una persona que ayuda en la labores domésticas y en ocasiones se tiene que acostarse a dormir un poco después del mediodía, porque pasó la noche en el barrio Brisal, lugar donde reside, en acecho de que llegara un poco de agua para envasarla.
El vecindario tiene que organizarse, para instalar mangueras a fin de lograr el preciado líquido. El nombre no es caprichoso. No hay pago a la CAASD, pero no es gratis tampoco. Porque hay que comprar la de botellones. Eso en plena capital del país es un contrasentido, en la primera ciudad del nuevo mundo.
¿Me pregunto si se hubiera hecho el esfuerzo por potabilizar toda el agua que llega vía acueducto por qué es necesario comprar la de botellones?
Una política coherente y de largo plazo habría logrado el gran paso de que, así como el sol sale para todos también lo sea el agua. No estoy diciendo que sea gratuita. Como en todo, es cuestión de planes. Se queja la humanidad de la desigualdad en el planeta. ¿Sería un disparate soñar con igualdad siquiera frente al agua?
Parece una idea simple. No lo es. El agua cae del cielo gratis. Pero no hemos sido capaces de almacenarla y potabilizarla. En ocasiones fluye del suelo en la misma forma. Pero la inteligencia nuestra no parece muy avanzada para organizar algo que luce tan sencillo.
¿Es un problema dominicano?
No.
En Chile, por ejemplo, en Petorca había un río con abundante agua. Pero después del derrocamiento de Salvador Allende se estableció el derecho de privatización de recursos hídricos y una empresa encontró como desarrollar una producción de aguacates para exportación. La plantación del árbol del aguacate necesita miles de litros de agua.
Esa planta se ha considerado como un fruto de cualidades extraordinarias, al punto de que, en Holanda, se ha abierto una línea de restaurantes de solo aguacates.
Planea abrir 100 y por tal razón la empresa chilena tiene intenciones de sembrar 600 000 nuevas matas.
Consecuencias el río se secó. Se empezó a extraer agua del subsuelo y en la actualidad hay un 20% de los habitantes que no tiene agua en sus hogares.
