SANTO DOMINGO. La lluvia asomó en la capital dominicana con sus gotas frescas, tras varios meses de ausencia, en lo que las autoridades llaman “sequía estacional”.
El aguacero se manifestó con tronadas y relámpagos para dar paso al nublado por la ausencia del Sol.
La lluvia fue recibida como una bendición por muchos ciudadanos en la capital, en especial los menores de edad, que aprovecharon para darse un baño en plenas calles.
En tanto, muchas calles se anegaron debido a las a que los imbornales se taparon, provocando charcos.
El congestionamiento vehicular no se sintió con severidad debido a que por la Semana Santa han disminuido los carros en las vías públicas.
¡Bienvenida la lluvia!, exclamó una señora desde la galería de una segunda planta en la calle Salcedo del barrio San Carlos, quien con los brazos extendidos atrapaba gotas de agua que luego se pasaba por el rostro, ceremonia que duró varios minutos.
