Cuando el diario HOY del lunes 1ro de ABRIL describe que el sermón del pasado viernes santo “RECONOCE UNA REPÚBLICA DOMINICANA INJUSTA Y EN DESASTRE”, es porque ese espacio eclesial se la puso dura, no solo al gobierno de turno, sino al fraude que representa este sistema impuesto por la clase gobernante-dominante y sus tutores de la Casa Blanca y del PENTÁGONO.
Con más detalles, la opinión del referido matutino afirma se trató de un “sacudión de la Iglesia católica a la conciencia de la sociedad dominicana, censurando la indiferencia en todos los aspectos, la pasividad ante el dolor del prójimo, la exclusión de los pobres del reparto de la riqueza, la inseguridad ciudadana, la violencia sexual, los crímenes callejeros; la estafa de la seguridad social y el robo de las aseguradoras, el descalabro de la educación y el prejuicio hacia los inmigrantes”.
Las palabras de Jesús en la cruz “las analizaron en la Catedral Primada tres sacerdotes, dos diáconos, una monja y una laica”, lo que en sí mismo es significativo, sobre todo por el contenido de las intervenciones de la mayoría de ellos que “atacaron a la voraz clase empresarial, el caótico sistema penitenciario y el alto costo de los medicamentos”; si resignar su actitud irracional frete altema del aborto y los derechos esenciales de la mujer.
Además, abordaron críticamente el desempleo, el impacto del trastorno de ansiedad a nivel global, el tráfico y consumo de drogas y la falta de ética e inmovilidad de los dirigentes políticos y congresistas.
Por supuesto, algo ha tenido que ver el Papa Francisco con las siete palabras pronunciada ese día y con lo lo que está aconteciendo en la Iglesia Católica Dominicana, más cuando en la segunda palabra se critica “que la Iglesia está secularizada, con miedo a hablar, disentir y caer mal”.
Vale pues reseñar esas siete interpretaciones a cargo de las personas designadas para esos fines:
SINGULARES COMENTARIOS A LAS 7 PALABRAS DE JESÚS PRIMERA PALABRA:
Al comentar la súplica de Jesús con la frase “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen, (Lucas, 23,34), el sacerdote Keiter Luciano A. de la parroquia San Juan Bautista, de Villa Mella, y director de la Pastoral Juvenil, demandó de una nueva ley de seguridad social, y señaló que en lugar entretener con proyectos de leyes que sirven para el show mediático. Pidió perdón para los que conociendo los maltratos a los migrantes, hacer silencio, “o peor aún hacernos cómplices”.
Reprochó perpetuar un sistema de justicia garantista de los que pueden pagar y excluyente de los pobres, y que pide respeto para las debidas formas del proceso a los acusados de delitos “sonoros” o “crímenes de salón”. Deploró a los que usan el evangelio como plataforma y ascenso social, económico o político.
