La Vicepresidenta Raquel Peña anda por esos mundos de Dios, rodando por su cuenta y riesgo, en plena campaña electoral. Ha sido y sigue siendo, un gran soporte de Luis Abinader, gobernando, y tras la reelección.
El avión en que viajaba, hace algunos días, aterrizó de emergencia en el aeropuerto El Catey, o Aeropuerto Internacional Juan Bosch. Fue sólo por prevención ante los nubarrones del mal tiempo, y una vaguada sobre el Canal del Viento, luego de concluir una jornada de campaña política de fin de rutina sabatina, en Samaná.
Al decir que la Vicepresidenta anda por su cuenta y riesgo, no es por hacer aguajes. No es la primera vez que Rafael Peña se ve atrapada en circunstancias semejantes por estar haciendo funciones políticas.
Se recuerda que el 16 de agosto de 2023, el helicóptero en que se desplazaba la vicepresidenta también tuvo que tirarse de emergencia, cuando se desplazaba desde San Cristóbal a Santiago. Ese día continuó el viaje por otra vía, después participar una actividad a la memoria de las víctimas por la explosión ocurrida en San Cristóbal. Aterrizó, también por cautela, cuando la nave encendió una luz de alerta del sistema.
La vicemandataria debía continuar para participar en el desfile militar por el 160 aniversario de la Restauración de la República, a donde llegó, tras ser revisado el aparato.
Ahora, sigue la campaña. Recorre los cuatro puntos cardinales dándole cobertura territorial a las actividades de Abinader que suda en caravanas en otras zonas: San Juan de la Maguana y Peravia. Mañana, tarde y noche.
Se diría que a Raquel Peña le gusta andar en campaña en el Movimiento del sector tabaquero que la respalda en su binomio Raquel-Abinader, por allá, por Santiago, zona de viejas añoranzas familiares, atraída por actividades de tedeum, entre curas y arzobispos, en gesto religioso, como católica de origen que es. Es el 180 aniversario de la Batalla del 30 de marzo del 1844.
Cuando hay que agotar dos horas en reunión con el Colegio Médico Dominicano ella discute con los galenos a nombre del Gobierno, sobre los salarios de éstos, entre otras demandas. Regularmente logra pactos y lo hace con ese sector después pasar la jefatura del Gabinete de Salud Pública, durante el paso de la pandemia del Covid-19, y más allá. ¡Vaya experiencia! Cuando tiene que ser en presencia del mismo Abinader, mucho mejor.
Es igual que cuando inaugura con el Grupo Ramos, su primera tienda en Nagua. Ella sabe también de eso, como empresaria de academia y cuna.
Y si en el camino, los periodistas la retan para que opine sobre la situación de desguace de Haití, y las presiones para que se cree una zona de refugio de inmigrantes y refugiados, la Peña lo deja claro: «La solución a la dificultad de Haití no está en RD». Y des la misma versión oficial dejada a la vista por el presidente Abinader, ante las presiones y el pedido de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para que en República Dominicana se permita la entrada de haitianos que huyen de su país.
Y no niega que haya preocupación por los haitianos. “Más que preocuparnos, nos ocupamos”, exclama.
La Vicepresidenta ha estado y sigue estando, lista para defender a las tropas del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y a Luis Abinader, en cualquier debate al que se le presente. “Nosotros somos el cambio. Es lo que dice la gente en los cuatro rincones del país recorridos. Siempre será una maravillosa oportunidad rendir cuentas y explicar al país la forma transparente y eficiente en la que le hemos llevado el cambio. Estamos contentos por eso, dice esta cibaeña de cuerpo entero cuando pasa en caravana por Tamboril y Canca la Reina, tierra de galleros empedernidos, que Abinader y el PRM se sacaron en un billete premiado en la lotería electoral. “Nos vamos con un 70 por ciento de los votos, cuando el 19 de mayo vayan todos a votar, y bien temprano”.
