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Experiencias vividas XVI

Gerardo Taveras
Gerardo Taveras

Al ocurrir la división de las Fuerzas Armadas, la parte dirigida por Peña Taveras y compartes recibió apoyo civil y masivo de inmediato, pero, el 28 de abril empezaron a llegar los marines norteamericanos, nada menos que en cantidad de 42,000. La Organización de Estados Americanos (OEA) contribuyó a legalizar la operación, al crear la Fuerza Interamericana de Paz (FIP) compuesta por un pequeño número de representantes de Brasil, Paraguay, Costa Rica y Honduras. México y Uruguay rechazaron el involucramiento militar y en esa reunión convocada al efecto Chile, Argentina y Venezuela se abstuvieron.

Militarmente, las condiciones de triunfo de la insurrección constitucionalista se tornaron imposibles y el movimiento civil, aun después de ser masivo su apoyo se fue aminorando. Una de las partes compuesta por Francis Caamaño en representación de los constitucionalistas, no le quedó opción y aceptó contribuir al restablecimiento de la paz y se convocó a elecciones en junio del siguiente año.

Los militares contrarios a la insurrección eran las fuerzas extranjeras, más los miembros del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas (CEFA) dirigidos por Elías Wessin y Wessin y entre ellos lograron prevalecer sobre los constitucionalistas y yo que me había ido para mi campo, Estancia Nueva, Moca con intenciones de extender hasta allí la repulsa a la OEA y las acciones del gobierno dirigidas ahora por Antonio Imbert Barreras.

Me metí en dificultades, porque intenté sabotear las manifestaciones políticas en favor del gobierno de Reconstrucción Nacional que dirigía Antonio Imbert Barreras y cometí el error de ir yo mismo a comprar un ingrediente químico, componente de un explosivo que sonara fuertemente.

La empleada de la farmacia informó a la Policía y me escondí durante semanas, porque fueron a buscarme a mi casa.  Regresé a la capital y reinicié mi vida civil.

Durante el gobierno de transición de Héctor García Godoy, entre septiembre de 1965 y las elecciones de junio de 1966 en que triunfó Joaquín Balaguer yo fui beneficiario de obtener, en mi condición licenciado en Economía egresado de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, una oportunidad de cursar una especialidad en el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social (ILPES) de Santiago de Chile.

Mi novia en ese entonces, Cristina Roques, prima de Roberto Despradel, mi compañero de estudios en la carrera de Economía e hijo de Arturo Despradel a quien conocí en la fiesta de cumpleaños de Marta, su prima.

Me casé el 30 de enero de 1966, ya que en febrero de ese año comenzaba mi entrenamiento. Elegí Planificación Global como área de especialización, bajo un contrato con el Ministerio de Economía en que debía trabajar al menos tres años para ese departamento del gobierno, después de mi entrenamiento.

Al regresar a mi puesto en el Ministerio, me encontré con que mis ideas no le gustaron al nuevo gobierno y me despidieron.

No se me olvidan las palabras gagueantes del funcionario, que no encontraban a que achacarle la razón de mi despido: “Mire licenciado, este nosotros, es decir, la verdad es que, en el gobierno, es decir este gobierno, Ud. sabe, si por mí fuera, bueno Ud. me entiende”. Lo único que alcancé a decir fue: eso es lo que yo no entiendo.

Mi esposa llegó embarazada y mi hija nació con un padre desempleado. Volví a la UASD en calidad de docente hasta 1971, cuando fui hecho prisionero, esta vez acusado de intentar matar al director del periódico Listín Diario, don Rafael Herrera.

Participé en la lucha por el incremento del presupuesto de la UASD. “Medio millón a la universidad”, fue la consigna en que profesores y alumnos nos organizamos y un día en que nos manifestamos alrededor de ella apresaron a muchos y yo junto a otros profesores nos presentamos, por el lado de la avenida México en protesta por la detención y mientras argumentaba a un oficial de la Policía, otro me dio un macanazo en la cabeza, que obligó a mi internamiento en el Hospital de Maternidad a mis espaldas.

Claro, eso fue objeto de burlas de mis compañeros cuando después me liberaron. ¿Gerardo y porque elegiste hospitalizarte en la maternidad?  ¡¿estás embarazado?

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