A propósito de que falta pocos días para que concluya el 2022, año en que pudimos respirar y relajarnos frente a la terrible pandemia del COVID-19, quiero referirme a un bolerista cuya canción se constituyó en un himno en la época navideña.
Me refiero nada más y nada menos que a Néstor Jesús Zavarce Sierralta, conocido comúnmente como Néstor Zavarce. Un artista y actor venezolano, nacido en abril de 1936 y fallecido el 27 de agosto del 2010, en Caracas, Venezuela.
Un bolerista obligado en los programas radiales dedicados a este género musical en el país, que, aunque grabó alrededor de 300 canciones, aquí se dio a conocer por tres canciones: Cristina, Atardecer de almas y Faltan cinco pa´las doce.
Este barítono inició su carrera como actor a los 13 años cuando participó en una audición para la película venezolana “La balandra Isabel llegó esta tarde”.
Néstor Zavarce con esa actuación fue catalogado como el “Niño Prodigio del Cine Venezolano” y naturalmente que se dio a conocer como actor, junto a figuras como Arturo de Córdoba y Virginia Luque.
Su canción “Faltan cinco pa´las doce”, de la autoría del también venezolano Oswaldo Oropeza, es todo un himno obligado para las emisoras cuando el año va a terminar.
En la primera Tertulia del Bolero, celebrada en casa del amigo y catedrático universitario Freddy Cruz hace bastante tiempo, hablamos largo y tendido sobre las canciones emblemática de este venezolano universal. Yo no tenía en mi inventario de boleros “Atardecer de almas”, que es una de las canciones de Zavarce que más me gustan, y el ex decano de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica Santo Domingo me la copió en una memoria.
Poco después se popularizó la plataforma YouTube, donde es fácil encontrar, aunque no todos, la mayoría de esos buenos boleros.
Digo no todos, porque desde hace tiempo intento encontrar el maravilloso tango “Uno”, del fecundo compositor argentino Enrique Santos Discépolo, pero en voz de mi artista predilecto, el puertorriqueño Gilberto Monroig. Me conformo con el pibe Carlos Gardel y con El Sol de México, Luis Miguel, cuyas versiones no tienen desperdicio.
Volviendo a Zavarce, la lista de premios que adornan a este extraordinario cantante venezolano, fallecido de un infarto, incluye un reconocimiento por su destacada participación en la radionovela “Doña Bárbara”.
Además, un Bolívar de Oro, Aguja de Oro, cantante más destacado del año 1960, Disco de Oro y un Guaicaipuro de Oro como “Revelación del año” (1960), entre otros muchos más.
“Atardecer de almas”, en voz de Zavarce, perfectamente podría ser incluida en una antología del bolero triste, aunque, como dije anteriormente, la mayoría tienen ese aire nostálgico de tristeza.
Sin importar que falten cinco minutos para que concluya el año, escuchar a Néstor Zavarce, quien fuera diputado en Venezuela, es ideal para los amantes de la buena música, del bolero interpretado con sentimiento.
* El autor es periodista, novelista, cuentista y poeta.
