Leonel y Danilo no entienden por qué si -según las encuestas- el electorado luce en mayoría preocupado por el costo de la vida y la inseguridad, al mismo tiempo respalda al presidente Luis Abinader, mientras los PLD-FUPU empezaron la campaña mejor posicionados y han ido cayendo hacia el fondo.
Las encuestas conocidas en los últimos dos años, incluyendo las independientes Gallup, RD Elige y ACD Media se han mantenido pronosticando un creciente posicionamiento que proyecta al presidente ganando cómodamente las elecciones el 19 de mayo en primera vuelta, mientras Leonel que anduvo hasta en 42% hoy cayó a 19, y Abel ni se diga
Examinemos las razones fundamentales por las que se da la aparente contradicción que no quieren entender Leonel y Danilo.
Primero, porque la mayoría del electorado ha visto que desde que en 2020 Luis llegó al poder tenemos un país que duró año y medio cerrado por pandemia y que se mantiene impactado por los vientos recesivos e inflacionarios de la guerra en Ucrania, pese a lo cual Luis ha liderado una recuperación de la economía, el turismo y ha mantenido la gobernabilidad política y social a nivel ejemplar.
Que ha controlado la corrupción y el despilfarro gubernamentales característicos del pasado reciente; ha fortalecido la independencia y separación de los poderes del estado, y tiene al frente de la Procuraduría General a dos magistradas de la probidad de Miriam Germán y Yeni Berenice.
Que es el presidente más trabajador que recordemos, todo lo cual le da al pueblo esperanza de que con la profundización de los cambios iniciados, podamos avanzar a nuevas etapas de desarrollo y bienestar.
Luis proyecta esperanza y por eso sube y sube en el posicionamiento electoral.
Segundo. Porque los candidatos del PLD y la FUPU, Leonel Fernández y Abel Martínez encarnan un pasado que dejó al país dos décadas de corrupción, impunidad y descalabro institucional.
Perpetraron 5 gobiernos en los que no fueron capaces de resolver los atrasos en el sistema educativo; el descalabro de la salud pública; el injusto sistema de seguridad social; la vulnerabilidad de las finanzas públicas, dejando al país déficits fiscales que desde 2008 llevan a ejecutar los presupuestos nacionales con un 33% de endeudamiento.
Tampoco resolvieron los pasivos medio ambientales; el caos del tránsito; las deficiencias y vicios de la Policía Nacional; el auge del crimen organizado y la delincuencia común; y la masiva migración ilegal haitiana, entre otros.
En sus 20 años de gobierno casi consecutivos, el PLD y la FUPU dejaron un país hundido en todos los rezagos, atrasos y deficiencias del subdesarrollo, pese al beneficio que le dieron las fuerzas productivas privadas de mantener el crecimiento económico de un 5 a un 7%.
Sólo tuvieron como espectacular hazaña crear una casta de supermillonarios peledeístas hechos a la carrera, que ahora gastan millones y millones de pesos criticando y prometiendo resolver lo que no solucionaron en sus dos décadas de gobierno.
Pero más grave aún: se le presentan al electorado como candidatos que no han expiado los actos de corrupción que llevaron a sus principales líderes, incluyendo a Leonel, Danilo y Abel, de simples profesionales de baja clase media a estar hoy entre los hombres más ricos del país.
Con el inconveniente de que esa imagen de multimillonarios a la carrera es conocida hoy por todo el pueblo, debido a la velocidad y horizontalidad con que corre la información, y a que Google mantiene activas sendas retahílas de casos de corrupción ocurridos en los 5 gobiernos de Leonel Fernández y Danilo Medina.
Con ese pesado pasado, Leonel y Abel no representan esperanza alguna para el pueblo y por eso nadie les cree sus falsas promesas y bajan y bajan en el posicionamiento electoral.
