Pregunté por Junior Méndez durante varias semanas desde noviembre pasado. Ninguna respuesta me convenció. Cuando me dijeron que murió, pensé mucho en ese Junior trabajador, igual que otros periodistas serios, que no se rinden ni se dejan humillar. Vea la cotidianidad de muchos periodistas del país y su labor profesional en precarias condiciones.
Debemos interesarnos en que muchos de los más jóvenes entiendan mejor la actualidad de la sociedad dominicana y sus múltiples agujeros muy difíciles de superar bajo coordenadas sociales, culturales y educativas que minan como un cáncer esta sociedad.
Veamos nuestro futuro con optimismo aspirando que las actuales y próximas generaciones de gestores culturales y periodistas con pensamiento hacia el futuro aporten las condiciones favorables para que aquellos como Félix Méndez sigan aportando a su pueblo el ejemplo de servir y buena conducta por un futuro de dignidad y justicia social.