Con apenas seis años, actuó en televisión y al otro día la prensa reseñaba lo siguiente: “Michael Camilo Redondo es el nombre del niñito de seis años, que, invitado por el Salón Mozart, que anima doña Átala Blandino, se presentó anoche por Rahintel Canal 7, tocando un acordeón-piano. Si la presentación de tan simpático niñito adoleció de algunos defectos, estos fueron inherentes a que la corta edad del niño y por ser la primera vez que se enfrentaba a una cámara de televisión, no eran propicios a una presentación más animada”. El niñito que toca de “oídas”, pues no sabe de música, tiene varias composiciones suyas, de las cuales tocó anoche una, y fue muy aplaudido por el público presente en el estudio de Rahintel Canal 7”, (marzo 1961).
Michael Camilo nació en Santo Domingo el 4 de abril de 1954 y desde pequeño mostró interés por la música; a los tres años, tomaba un acordeón, que había en su casa y comenzaba a sacar notas. Pero es a los 9 años, que se inclina por el piano y comienza a estudiar música, en serio. A los 16 años ya formaba parte de la Orquesta Sinfónica Nacional, siendo el miembro más joven. Conjuntamente con la música, empieza a estudiar medicina, la cual abandona tres años y medio después, para dedicarse solo a su pasión: la música.
La primera vez que lo vi en una presentación, fue el sábado 21 de junio de 1975 en la Biblioteca Nacional (hoy Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña). En ese entonces, se celebraba la “1ra. Feria del Sonido”, una exposición en donde se presentaron los avances tecnológicos en cuanto a equipos de sonido, equipos stereos (tocadiscos), amplificadores, bocinas y todo lo que tenía que ver con estos novedosos aparatos llegados al país, siendo en ese entonces: tecnología de punta. Desde principios de los 70, los hogares dominicanos comenzaban a cambiar las viejas consolas y los tocadiscos (pick up), por los modernos equipos de música con bocinas separadas, sonido stereo y que también integraban los reproductores de Cartridge (8 tracks) y Toca-cassette.
La presentación de Michael fue en horas de la mañana y estuvo acompañado de Gustavo (Cuquito) Moré (le dieron dinamita Gustavo lo sabe / por más que le dieron Jaragua no cae) en el bajo; Wellington Valenzuela (f) en la batería y Juan Colón en el saxofón (lo conocíamos como “el saxofonista de Solano”) y por supuesto, el propio Camilo en los teclados. Me sorprendió, el no haber guitarrista en el grupo.
La feria no solo se basó en equipos y aparatos de música, sino también hubo presentaciones de grupos musicales, ballets folclóricos, un ejecutante de un moderno sintetizador, cantantes solistas y charlas con locutores y personas de la radio y la televisión. Su inauguración fue el lunes 16 de junio de 1975 y estaba supuesta a durar una semana, pero debido a la gran afluencia de público se extendió por unos días más.
Sin embargo, lo más llamativo para mí, fue poder disfrutar por primera vez la presentación de un virtuoso pianista quien, con solo 21 años, se perfilaba como el músico-jazzista de mayor trascendencia internacional de nuestra República Dominicana. Michael ya tenía en su haber un background de presentaciones esporádicas, como director del grupo Barroco 21, aparición en el programa Gente de Freddy Ginebra, en los Conciertos de Jazz Astwood en el Patio Español del Hotel Hispaniola y haber sido la figura principal del Festival Embross en Playa Embassy (Playa Caribe) con su Banda Red Light (claro está, debido a mi corta edad, solo oía las promociones por Radio HIN).
Pasaron tres años para volver a ver a Michael Camilo y fue el 18 de febrero de 1978 en el Día del Estudiante; esto fue en los jardines de la Biblioteca Nacional. El grupo conformado por Michael Camilo, Gustavo Moré, Guarionex Aquino y Wellington Valenzuela (f) tuvieron como tarima en escenario rodante del Teatro Nacional Móvil y el presentador lo fue Herminio Alberti, ex publisher de Camilo. Al año siguiente (1979), Michael parte hacia los Estados Unidos, específicamente a la ciudad de Nueva York, a estudiar en el Julliard School of Music.
La última vez, hasta ahora, que pude disfrutar de otra presentación de ese genio de la “música de los músicos” fue en 1997 en el 25 Aniversario del Grupo Punta Cana, en el Hotel Punta Cana Beach Resort, yo como empleado del complejo turístico, estuve entre los asistentes. Ya no era Michael, sino Michel, nombre que comenzó a usar desde 1985; tenía en su haber más de 10 producciones grabadas, premios Grammy, premio Emmy por la música de los Juegos de Buena Voluntad, director de grandes orquestas sinfónicas, participaciones en festivales de jazz (caribeños, americanos, europeos y asiáticos), órdenes heráldicas, profesor honorífico de escuelas de músicas, universidades y muchos reconocimientos por sus méritos musicales y filantrópicos.
En esta presentación lo acompañaban Guarionex Aquino, en las percusiones y Charles Flores (f) en el bajo. Solo bastó un trío para que esa noche llenara de encantos a todos los asistentes y el maestro Camilo, una vez más, demostrara magistralmente el dominio del piano en la jazzística contemporánea. Michel Camilo se presenta con frecuencia en suelo dominicano y tiene hasta tres conciertos al año.
Entre sus producciones más celebradas, están: Why Not? (1985), Suntan (1986), Michel Camilo (1988), On Fire (1989) y On The Other Hands (1990). Además, Rendevous (1993), One More Once (1994), Hands of Rhythm (1997), Thru My Eyes (1997), Spain (2000) y otras más. En el cine, ha realizado las bandas sonoras de los filmes: Amo Tu Cama Rica (1991), dirigido por Emilio Martínez Lázaro; Two Much (1996), de Fernando Trueba y participó en el documental Calle 54 (2001), en donde el propio Trueba, presenta algunos de los mejores exponentes del jazz latino contemporáneos.