No siempre escribir artículos relacionados con el bolero, la música, los compositores y nunca pensé que terminaría apasionándome con este tema, que tanto disfruto.
En principio de mi carrera como periodista escribía artículos de opinión, sobre todo para el periódico Hoy. Temas históricos, como el de la utilización de negros esclavos en los ingenios azucareros de la isla y el tan discutido de la inmigración haitiana a la República Dominicana.
Mi tesis de grado versó sobre “La influencia de la prensa escrita en el antihaitianismo en la República Dominicana, durante la dictadura de Trujillo”.
Sentí que esa amplia investigación que realicé para la tesis me había dado el aval para escribir sobre este tema, pero al observar las acusaciones de pro-haitianos que hacían los “patriotas” del país a quienes intentaban abordar esa realidad desistí del tema.
Durante un tiempo escribí sobre temas medioambientales, consciente de que había mucho camino que trillar, situaciones que denunciar, pero debo confesar que terminé arrimado a la orilla, mirando los crímenes que a diario se comenten contra la naturaleza y el medio ambiente. Escribía una columna semanal para una de las primeras revistas en internet, Hispanet.com, si mal no recuerdo.
En Diariodigitalrd.com era un articulista frecuente con una diversidad de temas, sobre todo, de política, pero abandoné esa práctica porque sentía que no valía la pena, no correspondía a mi pasión.
En ocasiones me indigna leer ciertas cosas en las redes sociales y me animo a opinar, pero las respuestas son tan descompuestas, desconsideradas y llenas de insultos que terminó por arrepentirme. Es terreno donde conviven muchas personas descerebradas y enceguecidas por el fanatismo político.
Lo más grave es la abundancia de noticias falsas y de manipulaciones en las redes sociales, porque cualquier persona con un celular se cree periodista. No es raro que cualquier día “maten” a un famoso con tal de conseguir ese tan apreciado “like” y esta tragedia del Jet Set no fue la excepción.
No hay respecto por la verdad y mucho menos por la opinión ajena, que se combate con insultos. Por esa razón encontré este maravilloso camino de escribir sobre boleros. Si me equivoco y uno de mis dilectos, pocos, lectores me lo hace saber, humildemente admito el error.
Pienso que es un clamor generalizado el que no se politice la tragedia de Jet Set, donde muchos buenos dominicanos perdieron la vida, incluyendo a Rubby Pérez, indiscutiblemente “La voz más alta del merengue”.
Como cualquier buen dominicano mi alma está entristecida, consternada por esta terrible tragedia. Y no me imagino un bolero que pueda reflejar lo que sentimos, que pudo haber sido materia prima para esta entrega.
Pensé en el “Desastre del Morro Castle”, interpretado por el trío Matamoros, que narra la historia del incendio de ese barco, en su trayecto de Cuba a Nueva York, donde perecieron quemadas y ahogadas más de un centenar de personas.
“El imperio macabro de la muerte” en el incendio del Morro Castle se llevó la vida de 132 personas y en Jet Set, con el desplome del techo, murieron un más de 200 personas.
Ya volverá el ánimo, la oportunidad de volver a escribir sobre boleros, alzar la copa para brindar por cualquier motivo. Ahora no existen palabras para describir la tristeza, la desesperación que nos arropa a todos. Se me ocurrió explicar porque escribo sobre boleros.