SANTO DOMINGO. “Lo que ocurrió el domingo, 5 de julio, fue un triunfo para la democracia, pero un potencial golpe físico para la salud de los dominicanos”, es la afirmación del economista, investigador de la historia y empresario, Bernardo Vega.
Vega, es evidente, se refiere a la presencia en el país de la pandemia del coronavirus y sus consecuencias que ya provocó más de 821 muertes y 40 mil contagios, con apenas 19,564 recuperados. Cifras que crecen a diario, según los reportes del Ministerio de Salud Pública. Y se avizoran mayores penurias generadas por la pandemia.
“La salud pública es la única vía para combatir el coronavirus; las mejores armas que tenemos contra el coronavirus son las medidas de salud pública, como las pruebas y el distanciamiento social, y nuestro propio sistema inmunológico”. Eso dice la viróloga de Stanford, Karla Kirkegaard, repitiéndolos en Estados Unidos para el mundo, desde el 23 de marzo del 2020, en un escrito de los periodistas Sarah Kaplan[1] y Joel Achenbach reporteros del The Washington Post.
El doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, del Departamento de Estado del gobierno norteamericano ofrece, hoy, actualizaciones sobre las vacunas, pruebas y tratamientos de Covid-19, junto al director de los Institutos Nacionales de Salud, el Dr. Francis Collins, desde Washington: Ambos están llamando a que su gobierno atienda con mayor eficiencia la urgencia, mientras claman a la población que atienda las recomendaciones para su propia salud.
Desatención fatal
Resalta la desatención que el común de la gente ha puesto a la pandemia, más bien empujada por el forcejeo de las fuerzas que intervinieron en la campaña electoral, resaltando la conducta del gobierno de Danilo Medina.
Las mascarillas y el distanciamiento social, advierte el presidente del Colegio Médico, Waldo Ariel Suero. Y lo dice resaltando su preocupación por la suerte que en lo inmediato pueda correr la salud de la población, ya que las autoridades de salud pública, según afirma lanzaron la ciudadanía a “un sálvese quien pueda”.
“Considero que debemos volver al estado de emergencia; lo que estamos viendo ahora, es lo que pasó hace catorce días”, dice con rigor y cara de preocupación solemne el doctor Alejandro Báez, uno de los cuadros médicos traídos de academias superiores por el gobierno, y uno de los expertos que fueron encerrados en los despachos del Palacio Nacional, como miembro de la “comisión de emergencia” que presidía el mismo presidente Medina.
La gravedad del asunto en perjuicio de la ciudadanía parece radicar en que el gobierno, Medina, puso mayor atención a la campaña electoral, pasando por encima y queriendo aprovechar en favor de sus candidatos las urgencias de la salud poblacional.
Roberto Fulcar, principal vocero del presidente Luis Abinader, gobernante entrante dentro de 40 días, el 16 de agosto, dice que su presidente a la espera del gobierno, “tiene en primer turno el asunto de la salud pública, y la necesidad de convocar, como ya convocó, a todos los sectores de la sociedad dominicana que tienen que ver con el asunto, para que lo ayuden, de inmediato, en los trabajos que deberá hacer en los primeros 100 días de labores públicas”.
Según Fulcar, su gobierno piensa convocar la ayuda de las sociedades médicas especializadas para hacer frente al penoso caso.
La conclusión del común de la gente que anda con la mitad de su rostro, boca y nariz, cubierto con mascarillas cuando se pide su opinión, es que “la gente tiene la culpa de todo, porque no hacen caso a los consejos que les dan, andan en las calles loqueando”.
[1] Sarah Kaplan es una reportera climática que cubre la respuesta de la humanidad a un mundo en calentamiento. Ha informado sobre ciencias de la tierra y el universo. Joel Achenbach cubre ciencia y política para el escritorio nacional. Ha sido escritor de The Post desde 1990.